En referencia a las resonancias apreciables en la fecha de la muerte del padre de Carlos, (Ver mensaje Homenaje a un astrólogo desconocido) las tan despreciadas, en algunos foros de Astrología autodenominados "científicos" (¿?!) progresiones secundarias hablan alto y claro, por supuesto siempre que se siga todo el desarrollo completo del escrito que señalamos a continuación, porque también es claro que si no se quieren ver no se verán, por mucho que nos empeñemos, aunque en el enlace siguiente pensamos que son desveladas con bastante claridad...........
http://egarciaber.blogspot.com.es/2013/05/homenaje-un-astrologo-desconocido.html
Aun así, si nos negamos en rotundo rechazando el hecho concreto que incluso hasta me atrevería a llamar obvio, pero no por ello menos cierto, entonces también podríamos tildar, como hacen algunos de los que pretendidamente se llaman a si mismos "científicos", de falsa a toda la Astrología.
En ese lugar de internet al que me refiero, y de cuyo nombre prefiero no acordarme, también se describe, de forma bastante habitual, que determinadas técnicas astrológicas, como la anteriormente citada, las progresiones secundarias, y que nosotros por supuesto usamos, son técnicas falsas, "rebuscadas" , "simbólicas" etc, pero también se obvia allí que en Astrología, salvo los cálculos matemáticos del gráfico, todo es símbólico en el análisis interpretativo del mismo, desde los atributos que sin discutir se aceptan para cada planeta, lo cual puestos a poner todo en duda no entendemos por qué aceptan sin más, hasta el significado que implícitamente igualmente de forma también simbólica e igualmente sin poner en ninguna duda, se aceptan para cada signo, regencia, aspecto y casa....
Sabemos que todos los significados de estas variables astrológicas responden a una lógica simbólica basada en la Analogía, como bien describiera Hermes en el comienzo de su magistralTabula Smeralgdina, cuando desvela el principio en el que se apoya todo nuestro Arte, y que en ese lugar al que anteriormente nos hemos referido algunos llaman peyorativamente, tal vez por ignorancia proverbial, "magia" (¿?!), cuando escribe:
"En verdad, sin mentira y ciertamente:
Lo de abajo es como lo de arriba, y lo de arriba es como lo de abajo, para obrar los milagros de una sola cosa."
Fijémonos en la palabra "Como", porque es la clave, ya que "como" implica comparación y concluyentemente "Analogía"
Pues bien, de igual forma, y como no podía ser menos, por mucho que intentemos desmarcarlos, los tránsitos, tan defendidos en ese lugar y presentados allí sin rubor como la única técnica real y cierta de toda la Astrología, responden también a esa lógica simbólico-analógica que describe el inmortal texto de Hermes Trismegisto.
El hecho de que un planeta transite, es decir, ocupe en un momento dado la misma posición por longitud eclíptica que antes ocupó otro planeta radical (transitado) en el gráfico astral de nacimiento, no revela entre ambos conexión directa alguna, salvo de matiz simbólico, como contrariamente se viene afirmando con rotundidad en el susodicho foro referido. De nuevo se trata de una conexión (por cierto no menos real) pero en el plano simbólico, ya que cuando el denominado tránsito sucede, el planeta original transitado normalmente se encuentra en una posición muy distinta a la que ocupaba en el radix, por tanto en el momento del tránsito, en la posición transitada, no existe normalmente de forma física nada que entonces sea directamente afectado (transitado), sino solamente la "huella fantasma" del astro que una vez, al comienzo de existencia del ente, animado o no, que estudiamos, normalmente hace muchos años que dejó de estar físicamente allí. Algo realmente misterioso, un hilo invisible pende sin duda entre ambos hechos que nos permite "ver" que esa huella va a ser activada de nuevo, pero desde luego este hecho no puede ser jamás definible como "científico" por mucho que nos empeñemos en afirmar lo contrario.
La gran laguna de la Astrología radica en el desconocimiento de las leyes que la hacen funcionar, siendo este su “Talón de Aquiles”. Esta falta de conexión “Cielo – Tierra”, tan solo aparente, para quien no se toma la molestia de penetrar en sus misterios, le resta su validez y veracidad para el estamento científico, pero el desconocimiento del “Hilo de Ariadna” que une fenómenos celestes y terrestres no invalida, no obstante, su correcto funcionamiento, que basamos en la Teoría de Prospectiva de Sistemas.
El principio básico de la Teoría de Prospectiva de Sistemas podemos resumirlo de la siguiente forma:
“Toda coincidencia cronológica de carácter sistemático observable entre dos o más fenómenos aparentemente inconexos entre si, revelan una conexión y, consecuentemente, implican un sistema, es decir: Un conjunto de hechos enlazados entre si”.
La observación sistemática de esos sistemas de sincronicidad conduce a derivar un segundo principio: “Desde su creación, nacimiento o fundación, todo ente individual o colectivo, queda inseparablemente acoplado a unos módulos de sincronicidad cuyo despliegue futuro puede ser previsto a priori, si conocemos el cuadro de frecuencias de esas sincronicidades.”
Podemos establecer un ejemplo sencillo de sincronicidad como sistema basándonos en la coincidencia cronológica de las mareas oceánicas respecto a ciertas posiciones del Sol y la Luna. Imaginemos que un observador ignorante de las leyes naturales que producen las mareas intentara frente al fenómeno de las mismas crear unas tablas para predecirlas en el futuro. Tras una observación minuciosa de la repetición sistemática de ambos fenómenos coincidentes (mareas y posiciones lunares) en un determinado tiempo estaría en condiciones de predecir ambos fenómenos, ya que la regularidad de sus ciclos le habría inducido a concluir que esos ritmos o ciclos se repetirían indefinidamente.
Una vez anotados los ritmos de las sincrónicas pulsaciones de las mareas trataría de explicarse a si mismo el fenómeno en términos de relación causa-efecto, pudiendo concluir que “los movimientos de la Luna están determinados por los movimientos de las mareas, facultándole de esta manera poder predecir los horarios de los movimientos lunares basándose en su conocimiento de los horarios de las mareas”. Teoría del todo incorrecta, pero que tendría plena validez operante en cuanto a los resultados eficaces de su aplicación como regla de predicción, ya que sus pronósticos resultarían exactos.
Este trivial ejemplo conduce a inferir otro principio: “Para los fines específicos de la prospectiva de sistemas, es indiferente que se conozcan las verdaderas leyes físicas que regulan las sincronicidades en cuestión”.
Es cierto que intuitivamente los tránsitos se comprenden mejor que otras técnicas, y por supuesto que funcionan a la perfección porque el desconocimiento de la razón que relaciona dos hechos no invalida que exista ese vínculo, o lo que es lo mismo: “Para los fines específicos de la prospectiva de sistemas, es indiferente que se conozcan las verdaderas leyes físicas que regulan las sincronicidades en cuestión”.
Es un hecho incontestable que los Tránsitos asociados con la Teoría de Ciclos suponen en Astrología Mundial la actual técnica número 1, un privilegio del que gozan básicamente desde el descubrimiento de los 3 (ahora ya 4 planetas exteiores, desde el descubrimiento de Éris, que aportará sin lugar a dudas nueva luz a algunos procesos históricos aun no plenamente justificados desde la "lógica astrológica"), pero ese hecho corroborable no invalida en absoluto que otras técnicas también funcionen y por supuesto aporten, junto a ellos, una mayor seguridad en la previsión de acontecimientos futuros. Es más, según nosotros lo entendemos cuantas más técnicas apoyen una predicción, es mucho más probable que ésta pueda ver su cumplimiento. Basarnos solamente en el dato (tránsitos) no permite jamás asegurar, como muchas veces se hace, metafóricamente hablando, que "si hay nubes lloverá". Esta afirmación obviamente no es correcta, pues carece del rigor que otorgan varias "pistas" o técnicas que apoyan la misma dirección de cumplimiento de determinados acontecimientos, y lo que es tanto o más importante: El tiempo de cumplimiento de los mismos. Es necesario por tanto afinar más, mediante otras herramientas predictivas, y analizar con su concurso si apoyan la misma dirección de los acontecimientos que tratamos de anticipar, para poder arriesgarnos a afirmar con rotundidad "que lloverá".
Sabemos, como sabe todo aquel que haya dedicado el tiempo necesario al estudio de Astrología, que ninguna técnica por si sola es 100% definitiva. Tampoco los tránsitos lo son. Existen como sucede con cualquier otra, y en esto nos aproximamos a otras disciplinas que la ciencia oficial sí reconoce, casos en que escapan a su "lógica", en los que éstos (los tránsitos) en exclusiva no pueden explicar lo que objetivamente sucede. Si reconocemos ese hecho entonces estaremos en el camino correcto y podremos aprender más. Si por contra lo negamos estaremos faltando a la verdad y ésta nos dará esquinazo para desvelarnos el secreto que esconde la mecánica celeste aplicada al mundo sublunar.
A medida que experimentamos, cada vez nos sorprende más el comprobar como las técnicas de prospectiva históricamente utilizadas por millones de practicantes de nuestra Uraniana disciplina, corroboradas como ciertas por su práctica durante milenios, se apoyan unas a otras en una misma dirección de acontecimientos. Este es un hecho capital, y fundamental darse cuenta de ello, porque si la realidad finalmente es una en el cumplimiento o no de una predicción, entre el abanico previo de posibles opciones, todas las técnicas ciertas que respetan la coherencia simbólica en la que se basa nuestra disciplina seriamente entendida como tal, deben apuntamos, muy posiblemente desde diferentes planos, apoyando el mismo devenir predecible, como de hecho suele suceder si estamos atentos y abiertos para ver y percibir, pero ese no deja de ser un trabajo arduo que exige tiempo, esfuerzo y por qué no decirlo "sacrificio", incomodidades que no todos estamos dispuestos a asumir. Resulta por tanto evidente, que en muchas ocasiones, aunque lo neguemos, no estamos dispuestos a emplear el tiempo requerido, o tal vez no contemos con el software apropiado para iniciar ese análisis.
Para terminar y por poner un ejemplo, actualmente, (refiriéndonos por una vez a nuestra propia persona y experiencia, cosa que solemos evitar hacer intencionadamente), después de analizar cientos de gráficos, casi no nos cabe duda alguna, que uno de los factores más claros y reveladores en un gráfico astral, y al que no se le ha otorgado, salvo honrosas excepciones, que las hay, la debida importancia, es la posición de la Luna Negra Lilith Media (apogeo lunar medio).
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