El papa Benedicto XVI renunciará al Pontificado el próximo 28 de febrero. En ese
momento se pondrá en marcha, por tanto, el mecanismo para la elección de un
nuevo papa. Un proceso que tuvo lugar por última vez tras la muerte de Juan
Pablo II, en abril de 2005.
El anuncio de su renuncia ha sido el que sigue:
"Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de
canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia
para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado
a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer
adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio,
por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y
palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido
por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de
San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del
cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí
de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio
que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena
libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San
Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005,
de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de
Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de
quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el
trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido
perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor
Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna
bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a
mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa
Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria".
Con estas breves palabras dimitía hoy Benedicto XVI
Sólo cuatro veces en toda la Historia de la Iglesia Católica se había producido anteriormente esta renuncia.
El último caso se produjo el 4 de julio de 1515, cuando renunció Gregorio XII.
Sucedió durante el Cisma de Occidente, cuando había tres papas y él era el de
Roma. Los otros casos de renuncia al pontificado han sido los de Benedicto IX,
elegido en 1032, y Celestino V, que renunció en 1294 al declararse carente de
experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia.
El sustituto hasta el nombramiento del siguiente Papa será Tarcisio Pietro Evasio Bertone, S. D. B. (Romano Canavese, provincia de
Turín, 2 de
diciembre de 1934), arzobispo y cardenal
de la Iglesia
católica. Desde 2006 se desempeña como
Secretario de Estado Vaticano y
desde 2007 es el cardenal Camarlengo. Con la
renuncia de Benedicto
XVI, el próximo 28 de febrero de 2013 a las 20:00 tomará sus funciones como
Jefe del Estado Vaticano durante el periodo de Sede Vacante.
Tarcisio Pietro Evasio
Bertone junto con Benedicto XVI (Foto: Rome Reports)
Nació en Romano Canavese
(provincia de
Turín, Italia) el 2 de diciembre de
1934. Realizó sus estudios de grado medio en
Turín, ingresando en el noviciado
salesiano posteriormente. Hizo su primera profesión como salesiano el 16 de agosto de 1950. Fue ordenado sacerdote el 1 de julio de 1960.
Licenciado en teología por la Facultad Teológica
Salesiana de Turín, obtuvo el doctorado por el Pontificio Ateneo Salesiano de
Roma, donde además realizó la licenciatura y el doctorado en Derecho Canónico.
En 1967 asumió la cátedra de Teología Moral Especial en el Ateneo Salesiano
de Roma, hoy Pontificia Universidad Salesiana. En ella ha sido también decano de
la Facultad de Derecho Canónico, y de 1989 a 1991 fue su rector.
En 1991 fue nombrado
arzobispo de Vercelli, en el norte
de Italia. En 1995 el papa Juan Pablo II le nombró
Secretario de la Congregación para la
Doctrina de la Fe; en ella pudo conocer profundamente al cardenal Joseph
Ratzinger, prefecto de esa misma Congregación. En esta función fue él el
encargado por el Papa de hacer público el llamado tercer secreto de Fátima.
En 2003 fue nombrado
arzobispo de Génova. El 21 de
octubre de ese mismo año fue designado cardenal
con el título de Santa María Auxiliadora de Vía Tuscolana. Participó en
el cónclave de 2005, que eligió al cardenal Ratzinger nuevo papa con el nombre
de Benedicto XVI.
Benedicto XVI le designó
el 15 de septiembre de 2006 como Secretario de Estado de la Ciudad del
Vaticano, cargo que actualmente desempeña, y desde el 4 de abril de 2007 es
también el cardenal Camarlengo. Este cargo
de Camarlengo y Secretario de Estado Vaticano, no ha sido desempeñado
simultáneamente desde que en 1978 lo fuera el cardenal Jean-Marie Villot,
el cual se encargó de comprobar el fallecimiento de los papas Pablo VI y Juan
Pablo I. Tras la muerte el 19 de abril de 2008 del cardenal colombiano Alfonso
López Trujillo, el 10 de mayo el papa Benedicto XVI, lo agrega a los
cardenales obispos, con el título de la Sede Suburbicaria Frascati.
"PIETRO el ROMANO", un nombre de consabidas resonancias proféticas, si recordamos la famosisima profecia de los 112 Papas que escribiera Malaquías, donde designa al último Papa precísamente con esa divisa...
La «Profecía de los
papas» de san Malaquías apareció en el Lignum vitæ, ornamentum, & decus
Ecclesiae (‘El árbol de la vida, el ornamento y la gloria de la
Iglesia’), en 1595, publicado por el monje benedictino
belga Arnoldo Wion (quien era historiador de su
orden). Wion dedicó este libro al rey de España Felipe II. El Lignum vitae es
una biografía colectiva de los benedictinos elevados a la dignidad episcopal.
Tras unos párrafos sobre la figura de san Malaquías, termina diciendo:
«[Malaquías] Escribió varios opúsculos. Hasta el día de hoy no he tenido ocasión
de ver ninguno, exceptuando una profecía relacionada con los soberanos
pontífices. Puesto que es muy breve, y que yo sepa no ha sido dada a imprimir
todavía, y dado que a muchos les complacería conocerla, copio a continuación su
contenido».
El libro resultó un éxito en toda la Europa cristiana.
Sigue una serie de 112
pequeños lemas o frases en latín sin numerar haciendo alusión alegórica a los
siguientes 112 papas que gobernarían la Iglesia católica, desde Celestino II (1143-1144)
hasta un supuesto Pedro el Romano, incluyendo a los antipapas. Se observa que las divisas correspondientes
a los papas anteriores a 1595 son mucho menos ambiguas que las sucesivas.
Benedicto XVI ha sido el Papa número 111 de la lista, que finaliza según Malaquías con "Pedro el Romano" con estas enigmáticas palabras:
“In psecutione extrema S.R.E.sedebit. (S.R.E. = Sacræ Romanæ Ecclesiæ) Petrus
Romanus, qui pascet oues in multis tribulationibus: quibus transactis ciuitas
septicollis diruetur, & Judex tremedus iudicabit populum suum.
Finis.”
En español significa: “Durante la persecución final de la Santa
Iglesia de Roma reinará, Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre
muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas [Roma] será
destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo. Fin.”
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