Cuadernos de Urania

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lunes, 8 de julio de 2013

Dane Rudhyar: Progresiones (part. 1)












































“Dane Rudhyar” (23 de marzo de 1895, París - 13 de
septiembre de 1985, San Francisco ), nacido “Daniel Chennevière”, fue un
autor , modernista compositor y astrólogo humanista. Fue el pionero de la
astrología transpersonal moderna.




“Dane Rudhyar” A la edad de 12 años, sufrió una grave enfermedad y la cirugía
limita su actividad física, a partir de ese momento se volcó en la música y el
desarrollo intelectual. Estudió en la Sorbona , Universidad de París (se graduó
a la edad de 16 años), en el Conservatorio de París . Sus primeras aventuras en la
filosofía y su relación con la comunidad artística de París le llevó a la
convicción de que toda la existencia tiene un carácter cíclico.





En noviembre de 1916, la música lo llevó a Nueva York ,
donde sus arreglos orquestales y composiciones originales vieron la luz el 4 de
abril de 1917 en una actuación de “Métachorie” por la “New York Metropolitan
Opera”. Este fue uno de los primeros politonales realizados en el Estados
Unidos .También se reunió con “ Sasaki Roshi”, uno de los primeros maestros zen
en los Estados Unidos, que lo llevó al estudio de la filosofía oriental y el
ocultismo . Durante este período de 1917 a 1919, pasó parte en Nueva York,
parte, en Canadá, y parte en Filadelfia adoptó el nombre de 'Rudhyar' Su asociación
con “La Teosofía”, comenzó cuando se le pidió una composición músical para una
producción en la sede de la sociedad Teosófica de Los Angeles en 1920. “Rudhyar” se hizo
ciudadano de los Estados Unidos en 1926. Se quedó en California (aunque con frecuencia se desplazaba a Nueva York) a través de la década de 1920 y en 1930 se
casó con “Marla Contento”. 




“Rudhyar” estudió astrología durante un período en el que simultáneaba su interés por los escritos psicológicos de “Carl G. Jung” , así comenzó a pensar en
términos de integrar  astrología y  psicología junguiana. “Rudhyar”
también cita el libro de “Jan Smuts” “Holismo y Evolución” como una e sus más valiosas influencias. El matrimonio entre la Astrología y Psicología profunda permitió la superación de algunos
problemas básicos, incluyendo el enfoque determinista de la Astrología en su análisis de la
vida. “Rudhyar” postula que las estrellas no son la causa directa de los efectos
observados en la vida humana, sino imágenes sincrónicamente alineadas con los seres humanos. Diferentes "fuerzas psicológicas" (arquetipos) trabajan en las
personas, pero no anulan su libertad para responder a esas fuerzas. En
un primer momento llamó a su nuevo sistema de interpretación 'Astrología Armónica', en clara referencia a su otra pasión, la música, pero posteriormente cambió el nombre por el de 'Astrología Humanística" que desarrolló después en su monumental obra, “The Astrology of Personality”, publicada en 1936. 




A pesar de que un destacado miembro de la Sociedad Teosófica, como fuera “Alice A. Bailey” inventara en su momento el término “Nueva Era', no fue sino hasta la década de 1970, que surge  como movimiento y los grupos editoriales comienzan a publicar sus escritos. Uno
de los primeros fue “la Práctica de la Astrología”, publicado en 1970 por
Penguin Books .





En 1969 “Rudhyar” funda el “Comité Internacional de Astrología Humanística”, una pequeña sociedad profesional que trabaja en el
desarrollo de su perspectiva. A partir de ese momento comienza para Rudhyar uno de los períodos más fructíferos de su
vida, resultando la publicación de varios libros al año durante la próxima década. Empeza a
absorber conocimiento de Astrología Transpersonal, y se interesa en la
exploración de los estados alterados de percepción y la conciencia. A mediados de 1970 ya había cambiado su percepción de la Astrología más allá de la Astrología Humanista, denominando su sistema como "Astrología Transpersonal". En ese momento también comenzó a reflexionar sobre
el movimiento de la Nueva Era y escribió varios sofisticados volúmenes sobre la conciencia planetaria y la filosofía de la 'Nueva Era'.





“Rudhyar” escribió más de cuarenta libros y cientos de
artículos de interés sobre astrología y espiritualidad. El libro que
estableció su reputación en el campo astrológico lleva el título de “Astrología de la
Personalidad” (1936). Argumentando que la Astrología no es esencialmente
predictiva, sino más bien productiva de ideas intuitivas, “La Astrología de la
Personalidad” representa una de las vías más influyentes del "libre albedrío" en el
mundo de la Astrología.





 Dane Rudhyar también
escribió varias novelas:





 “Cuando el Amor
Cósmico despierta - Una historia de amor transpersonal”, fue escrito y
publicado en 1952.





 “Rania - una
narrativa épica,”, fue escrita en 1930 y publicada por primera vez en 1973.





 “Regreso de no
retorno” (subtitulado 'Una novela parafísicas”), fue publicada en 1973.





“Dane Rudhyar” se unió al grupo de pintura trascendental en
Santa Fe, Nuevo México, entre 1938 y 1939. La idea era
pintar o dibujar imágenes representativas de los “arquetipos de Jung”. La Pintura Trascendental
puede ser considerada emparentada con el “arte surrealista” . Así Rudhyar fue también un precursor
del 'Arte Cósmico' de la década de 1950,  del “Arte psicodélico” de la década de
1960, y finalmente del “Arte visionario” de la década de 1970. 




“Dane Rudhyar” escribió mucho sobre música, así, publicó varios textos. Reseñables resultan “Claude Debussy y su obra” (1913), “La armonía disonante” (1928), “El
renacimiento de la música hindú” (1928), “la nueva sensación de sonido” (1930),
y “La Magia del Tono y el arte de la música” (1982).







Al final de su vida, el trabajo musical de “Rudhyar” fue
redescubierto por los compositores “James Tenney” y “Peter Garland”.








BIBLIOGRAFÍA:





  • Chennevière, Daniel Claude Debussy et Son
    Oeuvre
    Paris: Durand, 1913.

  • Rudhyar, Dane Rhapsodies (Première
    Série) Ottawa: Imprimerie Beauregard, 1919.

  • Rudhyar, Dane "The Birth of the 20th
    century Piano: Concerning John Hays Hammond's New Device." Eolus
    5, 14–17, 1926 (On "the new composer": p. 15.).

  • Rudhyar, Dane Toward Man: Poems Carmel:
    The Seven Arts, 1928.

  • Rudhyar, Dane Dissonant Harmony: A New
    Principle of Musical and Social Organization
    Carmel: Hamsa
    Publications, 1928. (Subtitled Seed-Ideas No. 1 when Printed by the
    Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane The New Sense Of Space: A
    Reorientation of the Creative Faculty in Man
    Carmel: Hamsa
    Publications, 1929. (Subtitled Seed-Ideas No. 2 when Printed by the
    Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane The Cycle of Culture and
    Sacrifice
    Carmel: Hamsa Publications, 1929. (Subtitled Seed-Ideas No.
    3 when Printed by the Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane Art of Gestures and Art of
    Patterns
    Carmel: Hamsa Publications, 1929. (Subtigled Seed-Ideas No. 4
    when Printed by the Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane Art as Release of Power
    Carmel: Hamsa Publications, 1929. (Subtitled Seed-Ideas No. 5 when Printed
    by the Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane Synthetic Drama as a Seed of
    Civilization
    Carmel: Hamsa Publications, 1929. (Subtitled Seed-Ideas
    No. 6. when Printed by the Halcyon Press, Halcyon, California)

  • Rudhyar, Dane Education, Instruction,
    Initiation
    1929. (Seed Ideas 1–6 series)

  • Rudhyar, Dane The New Individual and the
    Work of Civilization
    Carmel: Hamsa Publications, (no date, c. 1930)
    (Subtitled Seed-Ideas No. 7 when Printed by the Halcyon Press, Halcyon,
    California)

  • Rudhyar, Dane Art as Release of Power: A
    Series of Seven Essays on the Philosophy of Art
    (Seed-Ideas—First
    Series) Carmel: Hamsa, 1930. Contains:



1. Dissonant Harmony, A New
Principle of Musical and Social Organization. 1928. 2. The New Sense of Space,
A Reorientation of the Creative Faculty in Man. 3. The Cycle of Culture and Sacrifice.
4. Art of Gestures and Art of Patterns. 5. Art as Release of Power. 6. The
Synthetic Drama as a Seed of Civilization. 7. The New Individual and the Work
of Civilization




  • Rudhyar, Dane The Astrology of Personality:
    A Reformulation of Astrological Concepts and Ideals, in Terms of
    Contemporary Psychology and Philosophy
    New York: Lucis Publishing,
    1936.

  • Rudhyar, Dane New Mansions For New Men
    New York: Lucis Publishing, 1938. (The section titled Meditations at
    the Gates of Light
    is a mystical epic poem to the Zodiac.)

  • Rudhyar, Dane The Transcendental Movement
    in the Arts
    [1939] (unpublished manuscript) (This work deals with modern dance as well as painting.)

  • Rudhyar, Dane The Faith That Gives Meaning
    To Victory
    Hollywood: Foundation for Human Integration, 1942.

  • Rudhyar, Dane Modern Man’s Conflicts: The
    Creative Challenge of a Global Society
    New York: Philosophical
    Library, 1948.

  • Rudhyar, Dane Gifts Of The Spirit Los
    Angeles: New Age Publishing, 1956.

  • Rudhyar, Dane The Pulse of Life. New
    Dynamics in Astrology
    The Netherlands: Servire-Wassenaar, 1963.

  • Rudhyar, Dane The Lunation Cycle. A Key to
    the Understanding of Personality
    The Hague, Netherlands: Servire.
    Distributed in the United States by Llewellyn Publication, 1967.

  • Rudhyar, Dane Astrology For New Minds: A
    Non-dualistic Harmonic Approach to Astrological Charts and to the Relation
    Between Man and the Universe
    Lakemont, Georgia: CSA Press, 1969.

  • Rudhyar, Dane The Practice of Astrology
    New York: Penguin Books, 1970.

  • Rudhyar, Dane The Astrological Houses: The
    Spectrum of Individual Experience
    Garden City, New York: Doubleday,
    1972.

  • Rudhyar, Dane Person-centered Astrology
    Lakemont, Ga.: CSA Press, 1972.

  • Rudhyar, Dane The Planetarization of
    Consciousness
    New York: Harper, 1972.

  • Rudhyar, Dane Astrological Timing: The
    Transition to the New Age
    New York: Harper & Row, 1972.

  • Rudhyar, Dane An Astrological Mandala: The
    Cycle of Transformations and Its 360 Symbolic Phases
    , 1973.

  • Rudhyar, Dane The Rhythm of Human
    Fulfillment:In Tune with Cosmic Cycles
    Palo Alto, California: The Seed
    Center, 1973.

  • Rudhyar, Dane The Astrology of America's
    Destiny: A Birth Chart for the United States of America
    New York:
    Random House, 1974.

  • Rudhyar, Dane The Sun Is Also A Star: The
    Galactic Dimension of Astrology
    New York: Dutton, 1975.

  • Rudhyar, Dane From Humanistic to
    Transpersonal Astrology
    Palo Alto, California: The Seed Center, 1975.

  • Rudhyar, Dane Occult Preparations for the
    New Age
    Wheaton, Ill.: Theosophical Publishing House, 1975.

  • Rudhyar, Dane The Astrology of
    Transformation: A Multilevel Approach
    Wheaton, Ill.: Theosophical
    Publishing House, 1980.

  • Rudhyar, Dane Rhythm of Wholeness: A Total
    Affirmation of Being
    Wheaton, Ill.: Theosophical Publishing House,
    1983.









Traducimos a continuación la primera parte del libro Progresiones. Un texto esencial escrito por uno de los más lúcidos, desde el punto de vista simbólico, astrólogos contemporáneos.








PROGRESIONES
Dane Rudhyar


(Parte 1)




La doctrina de las correspondencias





Decir que las progresiones tienen validez porque de alguna manera el ciclo del día "se corresponde" al ciclo del año sólo significa que constituyen un factor puramente simbólico. La "doctrina de las correspondencias", como se ha denominado, ha sido responsable de casi cualquier idea en  las llamadas líneas ocultas . Sobre esa base asumida esta técnica consiste basicamente en la correspondencia entre un ciclo de la Luna después del nacimiento y un año de la vida después del nacimiento.. Cualquier ciclo es susceptible de comparativa con otros.





Se nos podrá muy bien argumentar que si usted quiere saber cómo su hijo va a encontrase a la edad de 30 días, usted debe buscar en las posiciones de los planetas 30 años después de su nacimiento. Quién sabe, tesoal vez podría "funcionar" - pero implican dificultades prácticas por ahora  hasta que nuestras computadoras electrónicas sean capaces de determinar las posiciones planetarias desde hace 10.000 años hasta 10000 años por venir. De hecho, es bastante fascinante pensar que un bebé podría haber muerto en el momento de su primer cumpleaños en 1599 AD, porque  ese año una conjunción de Marte, Urano y Plutón sucedía en oposición a Saturno afectando a lo que fue su Sol natal. ¿Por qué, en teoría, se detienen entonces en la equivalencia de año y día? Se podría usar el mismo concepto y relacionar un ciclo de precesión alrededor de 26.000 años a un año solar o un a un día, un grado de precesión (aproximadamente 72 años) podría estar relacionado con un ciclo de precesión conjunto, etc





Todas tales correspondencias pueden ser teóricamente válidas, como bien puede ser cierto decir que existe una correspondencia estructural entre un hombre como microcosmos y el universo o macrocosmos. Estos conceptos pertenecen al campo del simbolismo puro, y la astrología tal como se practica hoy en día es en cierto sentido un conocimiento de tipo simbólico. Los símbolos son muy poderosos, y tratamos con ellos constantemente. Las palabras son símbolos, al igual que todos los lemas y eslóganes, todos los rituales son símbolos. Una bandera nacional y el himno son símbolos. La reina de los Ingleses es un símbolo, y también lo es la Casa Blanca.





Todo el cielo ha representado para el hombre, que lucha en el caos de la selva (y no es una jungla psicológica muy evidente hoy en día), el gran símbolo de "orden" - lo que significa periodicidad y  previsibilidad. Debemos, por supuesto, utilizar símbolos, pero debemos tratarlos de utilizar al percatarnos claramente el tipo de procesos de la vida al que se refieren. Debemos tratar de entender y sentir los procesos concretos de los que los símbolos abstractos revelan la estructura esencial.





Por lo tanto, si yo digo que un día después del nacimiento "corresponde" a un año de la vida real de un ser humano individual, no debería ser suficiente para tomar refugio intelectual en el concepto de la equivalencia simbólica de la rotación diaria de la Tierra y el de la tierra cada año revolución.





Lo que debemos tratar de comprender es qué es lo que realmente está sucediendo en un ser humano durante los días posteriores a su nacimiento - es decir, qué procesos están  trabajando en ese momento en su interior. Debe ser un proceso básico y de largo alcance, si es cierto que lo que ocurre durante ese proceso de diez días después del nacimiento  tiene en realidad una repercusión directa sobre el estado bio-psíquico de la persona durante 10 años.





Debemos ser capaces de saber cuál es ese proceso, porque si no lo hacemos, es probable que entendamos mal el símbolo - es decir, el carácter de las progresiones, y el campo de la experiencia a la que deben remitirse - en lugar de utilizarlo indebidamente o aplicarlo al nivel malo de la existencia. Podemos creer, por ejemplo, que las técnicas simbólicas a las que llamamos "progresiones" se refieren al plano físico real de los acontecimientos, mientras que en realidad puede tener sentido en términos de algún factor psicológico detrás de los acontecimientos, un factor que puede o no puede exteriorizarse como eventos .





Entonces, ¿qué está pasando dentro de la totalidad del organismo psicosomático del bebé durante los días siguientes a su nacimiento? ¿Se puede saber? Creo que nos podemos hacer una idea más correcta del profundo proceso que ocurre después del nacimiento si pensamos en la relación existente entre el periodo de concepción y el del nacimiento, como también entre las épocas de existencia prenatal y postnatal, de los que hablaré a continuación.







Periodos Prenatal y Postnatal






Se ha demostrado que en las primeras etapas del desarrollo del óvulo fecundado, el embrión humano repite muy brevemente las etapas sucesivas de la evolución de la vida en la tierra. La muy estrecha capa existente a cada lado de la superficie del planeta se ha denominado la "biosfera". Es el reino de la vida en la tierra, no sólo en la Tierra, sino que incluye los mares, la superficie de los continentes y la atmósfera hasta aproximadamente una milla.. Es el vientre planetario en el que se da toda la vida terrenal cuya forma y fondo y se encuentra dominado por el poder gravitacional.





Cuando el embrión alcanza un cierto grado de desarrollo, se hace del todo "humano", y la diferenciación sexual comienza a tener lugar. Entonces empieza a moverse y patear, por último, es "entregado" en el reino de aire. Jadea en el aire, y en ese acto, el patrón de circulación de la sangre se cambia, dividiéndose en sus circuitos arteriales y venosos, cuando el ritmo de la respiración se ha establecido. Parecería también que a partir de entonces otro tipo de ritmo se construye, que se refiere al sistema nervioso cerebroespinal creando pulsaciones en el fluido cerebroespinal en el que se baña ese sistema, por desgracia, la biología moderna no parece ser todavía muy consciente de lo que ocurre en el sistema nervioso del bebé o aún no ha interpretado lo que debería dentro de un concepto global de un proceso bien definido.





Hay nueve meses de vida prenatal. Pero el ciclo del año abarca doce meses, y nuestro zodiaco - que es una expresión simbólica de este ciclo anual y de la órbita de la Tierra - tiene doce signos. Si realmente entendemos lo que significa un ciclo, debemos plantearnos la pregunta obvia (pero las preguntas obvias  muy a menudo no se formulan): ¿Qué sucede durante los tres meses después del parto?





Esta es la clave. Algo que sucede durante estos 90 a 92 días, que es tan básico que afecta a toda la vida de la persona - una vida que bien puede durar unos 90 años. Es algo tan básico como el cambio que tuvo lugar en el embrión durante los tres meses antes del nacimiento.





Bien podemos decir que después de seis meses de crecimiento, el embrión es suficientemente humanizado para nacer como un organismo viable en el mundo de la humanidad. Antes de eso, el embrión aún no era del todo humano, perteneciente a la biosfera de la Tierra junto con todos los demás seres vivos. Pero en o cerca del principio del séptimo mes, entra en el campo magnético del reino humano, perteneciendo sin duda a una determinada raza y linaje ancestral como un verdadero organismo y viable, y desarrolla su potencial humano ancestral durante tres meses más en la madre en particular en su vientre - o, en los casos de parto prematuro, en una incubadora y en un hospital, que son el producto de la civilización humana a través del tiempo.





Entonces, por lo general, el bebé nace. Su pequeño cuerpo crecerá más o menos rápidamente, estando tan estrechamente ligado a su madre que parece poco separado de ella. Pero respira, poco a poco, con los ojos abiertos, sus sentidos se despiertan. El proceso es prodigioso en el trabajo y la correlación de adaptarse a la gran variedad de efectos en el cerebro. Tomará más de tres meses para que el sol vuelva a la posición que ocupaba en el momento de la fecundación del óvulo de la madre. ¿Qué sucede durante estos noventa días en el bebé? Simplemente esto: Sobre la base de su primer acto de existencia independiente (la primera respiración), el niño está construyendo las bases para la realización gradual de las características esenciales de su condición humana - es decir, el yo individual - a través del desarrollo de las potencialidades individuales de inteligencia . ¿Qué quiero decir con esta palabra "inteligencia"?













Inteligencia, Poder del




Espíritu en la persona








Tal vez podamos expresar este significado con toda claridad mediante el símbolo cristiano de la Trinidad y diciendo que Dios, el Padre, se refiere a la estructura genética básica del organismo humano, el Hijo, a la potencialidad del yo individual representado por la carta astral - es decir, al hecho de que este organismo humano en particular salió de la madre potencialmente capaz de cumplir su destino como una persona individual. El Espíritu Santo representa el poder que le permitirá a esta persona convertirse en realidad  en algo, esencialmente libre y responsable. Algo "individual" - Este poder es lo que quiero decir con inteligencia.





La carta astral, como yo lo veo, constituye la fórmula de nuestro verdadero yo individual. Se nos presenta la imagen de ese ser especial que el universo, o Dios, está creando en ese momento y en ese lugar que ve el comienzo de nuestra existencia independiente. A medida que se someten a luz, tenemos un pasado - que es nuestra condición prenatal como embrión, al final de una larga serie de antepasados, humanos y pre-humanos. Estamos pues ahora nuestra carta astral, nuestra "firma del destino," nuestra individualidad esencial como individuo potencial, pero no debemos dejar de ver que la carta astral, al nacer, es sólo el patrón de la posibilidad de convertirse en el hecho real hecho de ser una persona integrada y plena que siguiendo el principio de la filiación divina (el Cristo interno) debería irradiar  amor y creatividad.





¿Por qué no nos dimos siempre cuenta de esa posibilidad? Es fundamentalmente porque tenemos que actualizar esta posibilidad en el entorno colectivo de una familia, una cultura, una sociedad, una raza, un planeta - todos los cuales  ejercen sobre el niño en crecimiento y los adolescentes presiones constantes y de gran alcance, muchas de los cuales tienden a ocultarse, reprimirse o distorsionar y adulterar este potencial del individuo en el nacimiento (es decir, lo que el Zen llama la "naturaleza fundamental"). Cada carta astral podría conducir a la manifestación de la "filiación divina" de una forma u otra, pero este proceso de actualización de nuestro potencial del yo individual (es decir, del Dios interior) requiere el desarrollo de la mente consciente a través de una multitud de impactos y relaciones, debemos ser conscientes de ese  proceso.





Nuestra familia, nuestra religión, la cultura, la sociedad y todas las relaciones interpersonales derivadas de sus patrones de comportamiento nos proporcionan materias primas para el crecimiento de nuestra mente consciente y el posterior y necesario desarrollo de un ego. Pero este mismo proceso se producen todo tipo de tensiones, miedos, deseos, retiros naturales, ambiciones, etc, que casi siempre tienden a hacer que creamos ser lo que en esencia no somos - es decir, nuestra carta astral debe revelarnos quíén somos, potencialmente.












Tránsitos vs progresiones





Es a todos estos impactos, presiones e influencias del entorno (psíquico y mental, así como geográficos, culturales y sociales) que los tránsitos se refieren en la astrología. Estos tránsitos constantemente ejercen una presión sobre nuestra permanente y esencial identidad, que viene simbolizada por nuestra carta astral. Las presiones pueden causar placer, felicidad, exaltación - o  dolor,  miseria y depresión. Algunos  de ellos pueden fortalecer los factores básicos de nuestra naturaleza, mientras que otros tienden a desintegrar nuestra personalidad. Pero, en general, son lo que cada día y año tras año nos desafían. Lo que permanece en nosotros que acepta estos desafíos y aprovecha las oportunidades que ellos brindan para llegar a ser cada vez más que lo que potencialmente sómos? Esta es nuestra "inteligencia".





El poder de la inteligencia es, repito, el Espíritu Santo dentro de nosotros. Es la única que puede transmutar todo lo que encontramos en nuestro entorno interior y exterior (es decir, lo psíquico-mental)  el alimento para nuestro crecimiento y potencial como individuo consciente de ser lo que era originalmente un posible nacimiento en particular. El potencial de nacimiento sigue siendo el que es, lo que el factor permanente en nosotros, la forma de la semilla, el "tono fundamental" de nuestro ser individual y el destino, pero casi todo lo que nos rodea tiende a cambiar su vibración, incluso con la mejor intención , incluso a través del amor paternal y todos los tipos de amor.





Por lo tanto, los tránsitos astrológicos siempre tienden a cambiar la forma potencial esencial de nuestro  nacimiento, y es con las progresiones que podemos presenciar el Espíritu Santo - el poder de la inteligencia - que actúa en nosotros. Es durante los días y semanas, sobre todo, después del nacimiento cuando este poder de la inteligencia se desarrolla, porque es entonces, en el entorno familiar -y con todo lo que está asociado a él, como el modo de vida, los prejuicios y las creencias- cuando El Santo Espíritu continúa el proceso de formación de los medios y las capacidades necesarias mediante las cuales el ser humano podrá manejar inteligentemente los retos de cada día del resto de su vida y así seguir el camino de la integración de la personalidad .





Desde la concepción hasta el fin del sexto mes de vida embrionaria, los materiales de la tierra se están estructurando en favor de la vida en el planeta para así llegar a organizarse como un ser humano. Durante tres meses después, este ser humano está desarrollando las capacidades específicas que pertenecen a su familia, su carrera, su sociedad, para que pueda surgir de la madre  potencialmente como una persona individual. Tres meses del año en que permanecen Júpiter o Saturno y otros planetas. El sol avanza solamente unos 90 grados, pero su paso de un signo a otro suele marcar una modificación muy notable en las respuestas básicas de una persona a la vida. Como Mercurio y Venus permanecerán siempre bastante cerca del Sol, no pueden atravesar por progresión, en la duración de la vida, todo el zodiaco entero. Sólo la Luna puede hacerlo, la Luna por progresión retorna a su lugar natal de origen cada 27 a 28 años, con lo que resultan por lo general al menos dos ciclos completos de esta por todo el mapa natal y, en el proceso, atraviesa la posición de todos los planetas natales y las de las cúspides de las casas .





Al igual que en la astrología nada es totalmente individual y significativo si no hace un ciclo completo de movimiento alrededor del zodíaco, el factor más importante en la técnica de las progresiones  es la Luna. Más importante aún, sin embargo, es el cambio cíclico en la relación soli-lunar - es decir, el ciclo lunar de unos 30 días. En términos de progresiones, esto significa un ciclo de 30 años, el "ciclo lunar avanzado."





Desde mi forma de ver y analizar, este ciclo lunar avanzado (desde que se alcanzó la Luna Nueva hasta la siguiente) nos proporciona sobre todo una imagen en movimiento dentro de la cual todas las progresiones de otros encuentran su lugar y adquieren un significado más amplio en término total de desarrollo de la personalidad. En esencia, es el Sol progresado quien marca los pasos sucesivos en la realización de esta inteligencia que el Espíritu imparte lo que permite a un ser humano realizarse como persona individual consciente y creativa. Las progresiones dependen principalmente de un ciclo solar, el ciclo solar de 12 meses o ciclo del año, que controla el período de gestación de 9 meses y el proceso postnatal de tres meses de construcción de los patrones de respuestas inteligentes y eficaces a la vida en el sistema nervioso cefalorraquídeo- por tanto, la formación de una persona humana potencialmente completa.





Por esta razón, el movimiento del Sol progresado año tras año es el factor básico, y el símbolismo del grado en que se encuentra el Sol progresado durante cada período de 12 meses es a menudo muy revelador. (Yo uso los símbolos. Saben que pueden encontrarlos en el libro de Marc Jones y en mi "Astrología de la Personalidad", ahora una vez más disponible, [y, más tarde en un mandala astrológico .]) Por ejemplo en mi vida, en el momento que Urano alcanzaba la  Luna llena, el Sol progresado estaba en un grado simbolizado por "un nuevo continente que sube del mar." Algo tenía que surgir dentro de mí - un nuevo enfoque, una nueva forma de inteligencia. Sin embargo, no pudo haber aparición, en tal caso, en dos o tres niveles - sino sólo en el nivel de las condiciones de los eventos reales , no viceversa.





Si el Sol progresado simboliza la inteligencia en acción, la Luna progresada representa como se distribuye la energía para sostener la aplicación de esta energía inteligente y su integración - por lo tanto, también señala los cambios del foco de atención de la persona individual desde un campo de experiencia determinado a otro. La casa natal a través del cual la Luna progresada está pasando en un momento determinado indica cual y qué es este campo de experiencia, y el paso de la Luna progresada por los cuatro ángulos de la carta natal es particularmente significativo. Mercurio progresado tiene mucho que ver con el carácter y la eficacia del aparato psíquico a través del cual está la atención de la persona enfocada, y los años de vida que corresponden a un cambio en la dirección del movimiento de Mercurio (de directo a retrógrado, o viceversa ) se ve que en la mayoría de los casos señalan los períodos de cambio en relación con el medio ambiente o de mentalidad colectiva de la propia comunidad.





Venus progresado debe dar indicaciones sobre el sentido de valores y las respuestas sensitivas de la persona, ya que ambos van siendo modificados por la experiencia y la edad. Marte progresado puede moverse lo suficientemente lejos de su posición natal para indicar cambios en la relación entre los deseos y las ambiciones de vida de una persona y què objetos externos lo activan y le ayudan a movilizar sus energías. En cualquier caso, son las relaciones angulares (aspectos) de los planetas progresados al Sol y a la Luna (natales y progresados), los factores más básicos en progresiones, además de la entrada de estos planetas en signos y en casas nuevas.































Publicado por egarciaber en 20:18 No hay comentarios:

domingo, 7 de julio de 2013

Dónde y Cuándo Nacen los Siglos



Rescatamos ahora del olvido un importante texto de la gran astróloga madrileña María Dolores de Páblos (ver: http://egarciaber.blogspot.com.es/2012/01/algunos-textos-y-referencias.html) que fue publicado en los años 80, dentro del "Anuario astrológico  Alfonso X el Sabio" del año 1982  (Editorial Eyras 1982).































Esta publicación estuvo dirigida por la  propia María Dolores acompañada por su hijo, el también célebre astrólogo madrileño José Luís San Miguel de Páblos. Juntos llevaron adelante frutíferos proyectos como la Escuela de Astrología Cultura Astrológica, una pequeña "universidad astrológica" pionera en la enseñanza de la Astrología y un  referente en nuestro país , dirigida a la formación de astrólogos profesionales, y  donde el que suscribe tuvo el privilegio  de iniciarse en el estudio riguroso de la Ciencia de Urania.







  























DÓNDE Y
CUÁNDO NACEN LOS SIGLOS





Por María
Dolores de Pablos








En nuestra civilización occidental, los siglos desde hace bastante tiempo vienen naciendo a
las O horas del día 1 de Enero del año en que comienzan. Pero desde hace poco
me­nos de cien años (concretamente a partir del momento en que se implantó, a
efectos internacionales, el actual sistema de horas standard),los siglos ya
tienen también su meridiano natal, que corresponde a los 180° de long., pues es
allí don­de se inician calendáricamente las fechas. Si con esta long. como base
levantamos un tema para 23° 7’ de lat. Norte (fot. opuesta a la declinación
del Sol ese día), habremos eri­gido el horóscopo del siglo
XX6.





Así pues, la fecha y
hora del nacimiento del siglo
XX es: O horas del 1 de Enero de 1900, a 180° de long. y a 23° de lat.
Norte7.










































Independientemente de esta carta astrológica mundial, para cada país se puede (como es habitual en casos simila­res)
erigir su carta astrológica del siglo, levantándola para
las O (hora oficial) del 1 de Enero de
1900, con las coorde­nadas de la capital de la naci
ón. Como es lógico, antes de la implantación universal del horario standard,
no había en el mundo un meridiano oficial de comienzo de fechas, por lo que no
se podían levantar cartas seculares mundiales, sino sólo las particulares de
cada país. El que ahora sea posible hacerlo demuestra que el mundo en su
conjunto tiene cierta unidad astrológica de destino, de la que antes carecía.





Aceptando como válidas estas cartas universales de los siglos, se plantean
inevitablemente ciertas cuestiones que considero muy interesantes. Seguramente
algunos de voso­tros habréis llegado ya a las conclusiones que resumo en los
siguientes puntos:





1.° La domificación
de la carta mundial del nacimien­to de los dos siglos (XX y
XXI), viene a ser la misma: Ase. en 8° ó 9° de
Libra y M C en 9° de Cáncer.





2.°   Las elongaciones máximas a que pueden estar
Mer­curio y Venus con relación al Sol hacen que se hallen siempre dentro de las
siguientes casas: Mercurio en 3.a8 ó 4.a; Venus en 2.a,
3.a o 5.a, y dentro de los sig­nos inmediatos a
Capricornio (Mercurio en Capri­cornio, en Sagitario y muy raramente en los
primerísimos grados de Acuario; Venus en Capricornio, Sagitario, Acuario o muy
al final de Escorpio).





3.°   Esto presupone cierta uniformidad y
monotonía en los horóscopos de los siglos, en los que el Sol se ha­lla siempre
en 9* de Capricornio, en IC y (según me parece natural) en el Nadir Absoluto.





Como los planetas interiores se mueven
siempre dentro l
ímites bastante cortos, es preciso al
interpretar las cartas seculares estar alerta a cualquier indicio o
peculiaridad que presenten, pues observándolos cuidadosamente (sin descuidar ningún
detalle) se puede llegar a conclusiones valiosísimas. Todo lo relativo a ellos
ha de ser atentamente considerado: su proximidad o alejamiento del Sol, los
aspectos que puedan formar con él o entre ellos, su posición oriental u ¡dental
con relación al Sol, su presencia en el mismo signo por él ocupado o en
otro, la coincidencia de que ambos (Mercurio y Venus) estén en un mismo signo o
en signos di
ferentes,
sus movimientos aparentes (directo, estacionario o retr
ógrado), sus contactos con estrellas, la naturaleza de los signos y
casas que ocupen, los planetas que rijan y los que les rijan a ellos, sus
posibles aspectos con el Ascendente y el Descendente. Esto sin contar los
aspectos que ellos puedan recibir desde distintas procedencias. Pero todo eso
(y algo más que puedo haber olvidado) suministra tal acopio de in­formación que
acabamos convenciéndonos de que la unifor­midad (que parece restar importancia
a esta clase de horós­copos) es una añagaza que sólo puede impresionar a
quienes únicamente tienen de las cosas una visión superficial.





También sería curioso
observar (puesto que se trata de planetas interiores que, por serlo, tienen
fases como la Luna) en qué fase se encuentran en el momento de iniciarse la
mejor y más poderosa, mientras que el arco que los con­duce a la ocultación
tras el Sol es su peor momento, los conduce a la ocultación tras el Sol es su
peor momento.





En este sentido, convendría que (como los antiguos) nos ocupásemos de estudiar la naturaleza de
los ortos y ocasos helíacos, pues hay muchas claves perdidas que sería conve­niente
reencontrar.





El hecho de que en esta clase de temas
(por hallarse el Sol en Capricornio) los dos planetas interiores nunca pue­dan
sobrepasar los l
ímites antes señalados, nos lleva a inte­resantísimas
conclusiones, pues se trata precisamente de dos planetas interiores a la
órbita terrestre, que por serlo re­flejan astrológicamente lo que es el hombre
interno,
tanto en lo mental como en relación con sus estímulos afectivos.
Así, nuestra civilización occidental (lo mismo si observamos la Venus o el
Mercurio reflejados en el tema radical de nuestro siglo, que si echamos un
vistazo a sus posiciones en los ma­pas de los siglos que siguieron a la reforma
gregoriana, o en el siglo inmediato futuro, el
XXI) tiene sus propias caracte­rísticas en cuanto a los móviles internos que
impulsan a la humanidad, y su propia psicología colectiva; y esas directri­ces
anímicas sui generis se hallan precisamente retratadas en las funciones
que en los temas seculares asumen Venus y Mercurio que, al no poder sobrepasar
los límites compren­didos en las casas 3.a y 4.a, para
Mercurio (dentro de Sagita­rio y Capricornio o a lo más al comienzo de
Acuario), o en las casas de la 2.a a la 5.a, para Venus (en
un arco que va de
Escorpio a
Acuario), nos dicen c
ómo ha de ser internamente esta humanidad que
se cultiva y evoluciona teniendo por escenario nuestra civilización de
Occidente.
























Esto es tan importante, a mi juicio,
que induce a reflexio­nar, pues es así como siente y razona nuestro tipo de
hom­bre medio;
es as
í como Occidente, al cual pertenecemos, es­tablece
y condiciona nuestros siglos, en los que nosotros sentimos, razonamos y
vivimos, moviéndonos dentro de los límites que nos son impuestos a fin de
cuentas por las máxi­mas elongaciones de Mercurio y Venus con relación al gra­do
9 de Capricornio, en el cual se halla el Sol cada 1 de
Enero.





Ahora voy a tratar de contestar las
anteriores objecio­nes, considerando los cuatro puntos antes expuestos como
interrogantes. En primer lugar, la uniformidad que he se
ña­lado está plenamente justificada por lo siguiente: las cartas de
nacimiento de los siglos reflejan, sobre todo y por encima de todo, nuestra
civilización occidental (Ase. en Libra: Occi­dente).





Cuando en cierto momento de la
historia, se establecie­ron los sistemas horario y calend
árico hoy en vigor, se esta­ba decretando que el año (y por tanto
también el siglo) co­menzaría en determinado instante del año natural y a deter­minada
hora, y ello presuponía que, de entonces en adelante, los siglos habrían de
nacer con las características astrológi­cas que he señalado.





A partir de entonces se impondría en el mundo la hege­monía de Occidente (Ase. seculares en Libra) y
como con­secuencia, nuestra civilización occidental planetaria.





Si levantamos para los distintos países de Occidente, los mapas del comienzo de los pasados siglos a partir
de la épo­ca en que se implantó el Calendario Gregoriano vigente, ve­mos que
dichos temas se ajustan (con pocas variaciones) a las características señaladas
en los puntos anteriores. Esto ocurre porque nuestro calendario y nuestro
horario lo de­terminan de antemano, pues así se hizo inconscientemente al
elegir los momentos astrológicos que condicionarían en lo sucesivo la más
importante medida de nuestro tiempo histórico: el siglo.





Cuando Occidente se regía por el Viejo Estilo Juliano, el año (aunque se iniciase oficialmente
el 1 de Enero) no co
menzaba con
el Sol en 9
° de Capricornio y, por tanto, los si­glos no
nacían exactamente igual que ahora.





En otras civilizaciones, el año y el día comenzaban en otros momentos, y esto se reflejaba en el
condicionamiento cósmico que hegemonizaba sus más importantes medidas de
tiempo, y que en consecuencia marcaba su propio im­pacto sobre el inicio de sus
grandes períodos cronológicos.





Esas medidas cronológicas propias de cada civilización, se ajustan a patrones calendáricos
y horarios establecidos y aceptados por ella, lo que hace que dichos patrones
tengan -insisto- el condicionante y decisivo valor de una elección
astrológica,
que no por haber sido formulada sin tal propó­sito deja de ser
eficacísima en sus resultados. Así, cada ci­vilización decreta, al
establecer sus patrones horarios y calendáricos, su propio destino, realizando
sin proponér­selo una trascendental elección astrológica.
Porque no es lo
mismo (a efectos de condicionamiento astral) que el día, y por tanto el año y
el siglo, comiencen a las O horas, que lo hagan al amanecer o al anochecer; ni
es igual que el año se inicie en el Equinoccio de Primavera o lo haga en un
Solsti­cio o en otro momento cualquiera. Cada instante ofrece un abanico de
posibilidades particulares que poseen caracterís­ticas propias, capaces de
imprimir su sello a todo lo que co­mienza en él.





Necesitaría la humanidad una dosis de sabiduría mucho mayor de la que hoy posee,
para conocer los mejores momen­tos en que habrían de comenzar a regir sus días,
sus años y sus siglos. Si así fuera, la civilización discurriría por cauces
previstos de antemano y la humanidad decidiría (al menos en líneas generales)
hacia dónde había de encaminarse.





NOTAS


6 La latitud
geogr
áfica (23* 0,7' N)
para la que han sido levantados los mapas mundiales de ambos siglos, responde
el hecho de que, en esa latitud (igual, y de signo opuesto, a la declinación
del Sol el día 1 de enero), el astro rey ocupa, en la medianoche, el Nadir
Absoluto (al quedar en ese instante sobre la vertical del punto antípoda).





7 A pesar de
que oficialmente se considera que los siglos comienzan el a
ño 1 de cada centuria, en la humanidad se
acepta de una manera unánime que cada siglo da principio al iniciarse la centuria
correspondiente. Así, para todo el mundo el siglo xvhi empezó en 1700, el xix en 1800, el xx en 1900, etc.





Esta
aceptaci
ón masiva del inicio de las centurias (en los años cero de cada si­glo) tiene para mí
mucho más peso que el criterio oficial (que establece el año uno) ya que, en el primer caso, habla
la voz del inconsciente colectivo.

































































Publicado por egarciaber en 16:20 No hay comentarios:
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