Nota: En su Tetrabiblos, Ptolomeo nos expone el método
para el cálculo del término de la vida. Otros autores antiguos abordan el mismo método, con diferentes criterios. Hoy presentamos aquí la segunda parte de un artículo sobre el tema, por el Dr. Gonzalo Peña Tamez,
matemático y astrologo
de México. Esperamos les resulte de interés, y en ocasión de publicar esta segunda parte, agradecemos calurosamente
al autor su generosidad a fin de que este trabajo pueda ser leído por el público latino que no maneja la lengua inglesa.
Revista
Beibenia
"La predicción de la muerte y el Alcocoden.
Predicción astrológica del momento de la muerte en base al mapa natal."
Dr. Gonzalo Peña Tamez, astrologo
Traducción al
español por Alhena Casanova
Artículo publicado originalmente en la Lista Festival y en el sitio del
autor, ambos no disponibles hoy día. Recientemente fue
revisado y redistribuido por el autor en la lista i_Predict en los
yahoogroups (en ingles).
Este trabajo se encuentra bajo copyright del autor desde 1977, agregándose
para la edición en español el copyright de la traductora y de revista Beibenia donde fue publicado en los números. 2 y 3, del año 2003.
Continuación (PARTE II)
LA FORMULA DEL ALCHOCHODEN
PARA PREDECIR LA MUERTE A PARTIR DEL MAPA NATAL
Se ha pensado que la palabra Alchochoden, también en su variante
Alcocoden, puede haber derivado de la antigua palabra persa "KADKUDAH",
que significa la "Cabeza de la Casa", Con el prefijo árabe "AL", probablemente se corrompió a
al-cochoden y alcocodeus, y así paso a los astrólogos del Renacimiento.
Históricamente en más de un sitio. Creo
que el termino probablemente ha sido confundido con el concepto corriente de Almuten, que a su vez viene de una palabra árabe que significa "El
Superior", que ahora en astrología empleamos para significar a un planeta que, debido a su ubicación, dignidades, fortalezas y aspectos
viene a tener más importancia que el regente, sea de la carta entera o de cualquier
Casa del mapa.
También, otros consideran al termino alchochoden relacionado con la palabra árabe "Colcodea" la cual vino a significar
varios conceptos
filosóficos en razón de su significado de "dador
de forma" en Avicena (980-1037), cuya filosofía proviene tanto de Aristóteles como de los Neo Platónicos.
No obstante,
el concepto parece haber estado relacionado con la noción de una entidad ontológica coexistente con las cosas y que les conferiría su individualidad, pero completamente independiente de la materia.
Este término paso luego a significar
"el
Alma" en los trabajos de diversos filósofos
árabes, y luego a través de una ulterior corrupción en los trabajos de los astrólogos italianos tempranos, paso a significar
ya no "el dador de la forma",
sino "el dador de los años",
representando ahora al planeta que en la carta natal, revela la cantidad de años que la persona vivirá.
En su libro "Métodos y Técnicas de los Astrólogos
Medievales", Robert Zoller afirma que originalmente, la palabra astrológica árabe
"Al-Kadkhudahiyya" proviene del Griego y significa el
"Regente de la Natividad"
o "Regente de la Carta".
De modo tal que, en una carta natal, el Alchochoden es el planeta que informa directamente el número de años, meses y días que la persona vivirá. Descubrir que planeta es el alchochoden en una determinada carta, puede ser algo confuso, primero porque se requiere prestar atención a dignidades
planetarias que ya no son de amplia utilización hoy día, y segundo porque hay discrepancias entre las diferentes tradiciones que comunican el procedimiento para hallarlo. Es claro que se requiere aquí realizar mucha investigación, para obtener una fórmula que funcione. Comencemos por decir, que antes de hallar el Alchochoden en una carta es necesario hallar el Hyleg de dicha carta.... y aquí entramos
en problemas ya que hay varias definiciones del Hyleg en la literatura astrológica.
Citando a Robert Hand: "No está suficientemente entendido entre los modernos, que los lugares de la carta que podrían dar origen al Hyleg varían ampliamente entre las autoridades de la antigüedad.
Tanto que podríamos
fácilmente renunciar a construir
algún sentido en cuanto al asunto en sí."
De hecho, hay casi tantas descripciones para descubrir
cuál es el
Hyleg de una carta, como autores en la materia.
Se dice que el término Hyleg proviene del persa "Haylaj", que significa "el
cuerpo físico". El termino Hyleg como el "dador de vida" presenta una gran superposición en cuanto al significado, con respecto al término griego "apheta", o el latín "prorrogator", estamos hablando de términos que apuntan de todas maneras,
al mismo concepto.
En la época medieval,
los "Lugares hylegiacos" significando los lugares donde el Hyleg debe estar, son los arcos que se extienden desde el grado 25 de la Casa 12ª hasta el grado 25 de la Casa 1ª, luego desde el grado 25 de la Casa 6ª. Hasta el grado 25 de la Casa 7ª, y
desde el grado 25 de la Casa 8ª, hasta el grado 25 de la Casa 11ª.
Por supuesto
que las
longitudes eclípticas exactas de dichos arcos van a variar según sea el sistema de casas empleado. Robert Hand parece aconsejar para este fin el uso de las Casas Iguales.
Sin
embargo, la arriba mencionada limitación
para identificar los arcos hylegíacos
puede encontrarse ya en Ptolomeo
(fallecido a mitades del Siglo II) quien, de acuerdo con Robert Hand, no empleaba este sistema de casas.
Otros autores piensan que Ptolomeo
si empleo el sistema de Casas Iguales. En algunas tradiciones, los arcos hylegíacos se
corresponden precisamente con los así llamados "Lugares Aféticos".
Bernadette Brady considera que es mejor emplear las Casas según Alcabitius, o Placidus que es similar en cuanto a las longitudes
de cúspides que se obtienen (Excepto en latitudes extremas), siendo este ultimo más fácil de hallar en las alternativas de software.
En
la astrología greco-romana, por ejemplo, los lugares aféticos eran aquellas zonas de la carta que se consideraba mantenían o favorecían
la vida, pero aun aquí hay amplias discrepancias en cuanto a que áreas constituían exactamente estos lugares aféticos;
dejo el análisis
de estas discrepancias para otro artículo.
En una carta diurna (sector diurno, significando Sol sobre el horizonte), el Sol es el primer candidato para ser considerado Hyleg. De modo que, si el Sol se halla en un arco hylegíaco y se trata de un nacimiento
diurno, el Sol es Hyleg de la carta.
Algunas tradiciones, más allá de
esto, especifican que el Sol debe encontrarse en un signo masculino para ser Hyleg, además
de hallarse en el arco hylegíaco
en un nacimiento diurno.
Si la carta es un nacimiento
nocturno (sector Nocturno, significando Sol bajo el horizonte) entonces el primer candidato para ser Hyleg será la Luna, pero nuevamente aquí, algunas tradiciones especifican que, además, la Luna debe hallarse en signo femenino para ser Hyleg.
Si el Sol, en un nacimiento
diurno, no está en un arco hylegíaco, entonces no puede ser Hyleg y estudiaremos a la Luna como candidata segunda.
Si tanto el Sol como la Luna no pueden ser Hyleg ya que ninguno de ambos se halla en arco hylegíaco,
entonces verificaremos la Parte (Lot) de la Fortuna como tercer candidato para ser Hyleg, sea en carta diurna o nocturna.
Pero, si aun la Fortuna no estuviera en arco hylegíaco, investigaremos como 4to. Candidato para ser Hyleg, la posición sobre la eclíptica de la Lunación inmediatamente precedente al nacimiento, es decir la Luna Nueva o Luna Llena prenatal,
aquella que este más próxima. Si esta lunación
prenatal estuviera
en arco hylegíaco, tomaremos su longitud como Hyleg.
Pero, si la Lunación
Prenatal no cae en arco hylegíaco, entones vamos a considerar como 5to. Candidato
al planeta natal que, hallándose en arco hylegíaco, tuviera el máximo puntaje en caso de hallarse ubicado en el lugar actual del 1er. candidato a Hyleg, es decir, el Sol en un nacimiento
diurno o la Luna en uno nocturno. Si bien los astrólogos helenísticos no empleaban un sistema de pesos comparativos y consideraban las 5
dignidades como de igual importancia, en la época medieval hallamos varias formas de valorizar estas dignidades.... un método común consiste, por ejemplo, en asignar al planeta un valor numérico de +5 si es regente, +4 si está en su exaltación, +3 por estar en trígono o ser regente de triplicidad (una forma de dignidad aun no asimilada por la astrología "moderna" excepto las escuelas "tradicionales": Cada signo posee 3 Señores o Regentes de Triplicidad,
diferentes también según la carta sea diurna o nocturna, los cuales tienen dominio sobre el signo completo, sin particionarlo en un sector para cada uno; los 3 signos de una triplicidad de elementos comparten el mismo grupo de Regentes en Trígono), +2 por ser Señor del Termino (los términos constituyen otra antigua dignidad o relación
de regencia que la astrología moderna ha perdido:
en ella cada signo queda dividido
en 5 arcos de distancia desigual, asignándosele un Regente planetario a cada uno de estos 5 términos); y +1 para el Regente de la Faz (esta dignidad aparentemente degenero en lo que hoy es conocido como regente decanal, que divide cada signo en 3 sectores iguales de 10 grados cada uno, asignando
un regente natural a cada decano).
En futuros artículos estaré
tratando con todo detalle el tema de estas dignidades
necesarias, hoy fuera de uso en la astrología moderna. Estamos tomando conciencia lamentablemente, de que no era posible prescindir de las dignidades perdidas, y no tenemos otra opción sino recuperarlas. Lo mismo puede ser cierto en cuanto a algunos de los principales sistemas de Señores del Tiempo que los antiguos astrólogos veneraban.
Si más de un planeta estuviera
en arco hylegíaco, en una carta en la cual no hemos podido
instalar
como Hyleg ninguno de los 4
primeros candidatos, entonces
compararemos los puntos acumulados por cada uno de estos planetas en el caso de que estuvieran posicionados en los lugares de los mencionados candidatos:
El
Sol, la Luna, la Parte de Fortuna y la Lunación Prenatal. El planeta que obtiene el máximo puntaje con dicho sistema, será
Hyleg de la carta. Si más de un planeta obtiene el mismo puntaje, aquel
que
forme el aspecto más cerrado con la posición en la cual es evaluado, será el elegido para devenir Hyleg.
Si no se hallara ningún planeta en arco hylegíaco,
habiendo fracasado también con los 4
primeros candidatos, entonces
el Ascendente será tomado como Hyleg, pero en cuanto a esto algunas tradiciones agregan que, si este fuera el caso,
la persona no vivirá mas
allá de 12 años.
En el sistema de Bonatti,
por ejemplo, solo pueden ser Hyleg el Sol, la Luna, la Fortuna, la Lunación Prenatal o el Ascendente. Pero otras tradiciones permiten que cualquier planeta sea Hyleg si estuviera en arco hylegíaco. De modo que, este es el procedimiento para establecer el Hyleg de una carta. Algunos programas de software pueden estimar cual es el Hyleg, pero como las distintas tradiciones varían en cuanto al procedimiento,
puede ocurrir que el Hyleg calculado
con un programa,
sea distinto del Hyleg obtenido por otro programa, para la misma carta.
Citando ahora a Bernadette
Brady: “Uno de los grandes debates en la astrología
Medieval, lo constituye
el método para hallar el Hyleg....
A veces he pensado que este fue deliberadamente falseado para impedir el hallazgo del Alcocoden".
Una vez hallado el Hyleg o "dador de vida" de la carta, podremos intentar hallar su Alchochoden, es decir, aquel planeta que revela el número de días que se cuentan desde el nacimiento hasta la muerte, para dicha carta.
Lo primero que hemos de aclarar aquí, es que el Alchochoden debe estar en orbe de aspecto con el Hyleg. La mayoría de las tradiciones descartan el semisextil y el quincuncio
(ambos genéricamente considerados como "aversiones") en tanto conectores validos entre el Alchochoden y el Hyleg, pero existieron también en la tradición antigua complejas restricciones para decidir cuando una aversión podía calificar y cuando no. De todos modos, nuestro próximo paso será hacer una lista de todos los planetas que aspectan al Hyleg, para verificarlos uno a uno y decidir cuál será el Alchochoden. Con este propósito, consideraremos cuantos puntos sumaria el planeta si estuviera posicionado en el grado en el cual el Hyleg se halla realmente. De modo que aquí, nuevamente hemos de ponderar cada planeta aspectante del Hyleg y considerarlo en cuanto a su Regencia (+5), Exaltación (+4),
Señor del Trígono o de la Triplicidad
(+3), Señor del Termino (+2), y regente de la Faz o decanato
(+1), y aquel planeta que
aspecte al Hyleg y
obtenga el más alto valor con este sistema,
será el Alchochoden de la carta.
Vale notar aquí que algunos autores enfatizan
únicamente algunas de las citadas dignidades.
Vettius Valens (Siglo II) por ejemplo, prescribe que el Alchochoden de la carta es el señor del Termino del planeta que sea Hyleg.
Varios autores latinos tempranos
elegirían el primer Señor de Triplicidad
del
Hyleg como el verdadero Alchochoden. Recientes traducciones realizadas por el grupo Gracentro de Barcelona, España, muestran que esta fue una fórmula popular durante los últimos siglos, y entre los árabes. No
dudo que los astrólogos modernos se inclinen a creer que el Alchochoden debería ser el regente de domicilio del signo en el que se halla el Hyleg en la carta.
Sin
embargo, en la época Medieval, Antonio De
Montulmo escribió
la siguiente cita: "El
Alchochoden se toma siempre del planeta que es señor
de alguna dignidad del Hyleg, y que aspecta a dicho lugar, únicamente
tal planeta puede ser el dador de los años para el nativo, y mostrara también cuantos años el nativo vivirá.
Si varios planetas tuvieran
dignidades en el sitio del Hyleg y lo aspectaran, se tomara aquel planeta que entre ellos tuviera las mayores dignidades
en dicho lugar, presuponiéndose que aspecte a dicho lugar. Y si tuvieran iguales dignidades, tómese el planeta que, de acuerdo al número de grados este más cercano al aspecto. Y si los planetas tuvieran iguales dignidades y aspectara
por igual, tómese aquel
que tenga
la condición
más
fuerte y la mejor disposición, y que envíe sus rayos por el aspecto más ajustado y de mejor calidad hacia el Hyleg....". Luego Montulmo explica en detalle que es más importante que el Alchochoden tenga la mayor dignidad en el grado en que se halla el Hyleg, con respecto a que el aspecto entre ambos fuera más próximo.
Esto debería servir para que nosotros, astrólogos de la modernidad, nos detengamos y pasemos a evaluar.
El mismo autor dirá también: "Y cuando una luminaria está ubicada en un lugar adecuado para ser Hyleg, y se halla en su propio domicilio
o exaltación, entonces ella es Alchochoden".
En
otras palabras, el Hyleg y el Alchochoden pueden ser uno y el mismo, provisto que sean el Sol o la Luna y estén ubicados
en su signo de regencia o exaltación.
Montulmo pasa luego a explicar
con gran detalle cómo, si bien es necesario que el Alchochoden este en aspecto con el Hyleg, cuando hay varios planetas que
califican para ser Alchochoden, es importante que el astrólogo elija aquel
que posee la más alta dignidad en el lugar del Hyleg, y no aquel que aspecta mejor o mas partilmente al Hyleg con el menor orbe. Como ya mencione,
los planetas que se hallan en signos en aversión
(semisextil o quincuncio) no se les consideraba en aspecto salvo si cumplían con ciertos requisitos. Uno de ellos era, que estuvieran en su lugar de antiscio.
Aquí agrego que en mi propia experiencia con planetas en signos en aversión,
en una carta natal ellos funcionan más bien como buenos aspectos cuando están formados por planetas que rigen signos que también se hallan en aversión... más aun cuando cualquiera o ambos planetas involucrados en la aversión rigen 2 signos que están en aversión,
como es el caso de Venus
(también Tauro y Libra están en quincuncio) o Marte (también
Aries y Escorpio están en quincuncio). Por lo tanto, un quincuncio
Venus/Marte seria valuado como aspecto bueno, o al menos a menudo se comportara como tal, ya que ambos planetas tiene sus domicilios diurno y nocturno en quincuncio. Mercurio
y Plutón también se conectan
bien vía quincuncio, probablemente porque Virgo y Escorpio son, respectivamente, quincuncio diestro y siniestro del fiducio Equinoccial en cero Aries. Hemos visto con frecuencia casos de muerte en cartas en las cuales los aspectos actuantes por transito y progresión al tema natal no eran cuadraturas, sino aversiones (semisextiles o quincuncios) y por supuesto
que estos casos brindan una oportunidad al astrólogo para aprender a discernir
que aversiones serán
aféticas y cuales serán aneréticas.
Inclusive he visto quincuncios siniestros que aportaban un alto valor anerético.
Recordemos que, en latitudes no muy extremas, la Cúspide de Casa 68. De la Salud, está siempre en quincuncio diestro con el Ascendente, en tanto la Cúspide de Casa 88. De la Muerte está en quincuncio siniestro con el Ascendente. Es también
frecuente hallar, un semisextil
anerético fulminante, partil al momento de la muerte...y es fácil ver que "un signo completo" puede representar en la simbología cósmica "una vida completa", explicando así porqué,
frecuentemente observamos
que la persona muere cuando el anareta progresado completa un arco de signo a partir del afeta.
En este punto me parece que, comparando notas acerca de este punto, podemos elaborar un consenso para decidir cuando un planeta en la carta natal, hallándose en aversión con el Hyleg, debería ser tomado como Alchochoden si tuviera la más alta dignidad en el lugar del Hyleg, aun cuando hubiera otros planetas en aspecto estándar y con orbe más cercano hacia el Hyleg, pero cuyas dignidades
y fortalezas en el lugar del Hyleg no podrían competir con el puntaje obtenido por el planeta en aversión
al Hyleg. No dudamos que el manejo preciso de las aversiones
es una buena medida de nuestra comprensión profunda del sistema astrológico.
Aun
tenemos mucho que
aprender acerca del semisextil
y el quincuncio, sin duda, y deberíamos realizar
una observación critica
de estos ángulos habitualmente mal interpretados, cada vez que leemos una carta.
Robert Schmidt nos dice, por ejemplo, que en la astrología
helenística se considera peor que el exilio,
tener un planeta en aversión
al zoidia en el cual tiene su domicilio.
¿Es posible que nosotros,
astrólogos de la modernidad,
hayamos sido tan ciegos como para no haber detectado
y codificado estas dignidades negativas?
Una vez que se ha identificado el Alchochoden en la carta natal, hay que
tomar otras decisiones, pues a cada planeta (incluso
el Sol y la Luna) se le han asociado
tradicionalmente los llamados
años Mayores,
Medios y Menores. Estos años se asocian también a los periodos de los "Señores del Tiempo", que fueron tan importantes en la antigua astrología como tonalizadores del impacto de las progresiones y los tránsitos. De modo que, si el Alchochoden está particularmente bien ubicado, por ejemplo en sitio de regencia y sin cuadraturas desde los maléficos funcionales,
en ese caso tomaremos
los años Mayores que corresponden al planeta.
Si el Alchochoden estuviera en domicilio pero cuadrado por Saturno, entonces tomaremos los años Medios. Y si el Alchochoden estuviera en detrimento y con malos aspectos, o domificado
en casa cadente, tomaremos sus años Menores.
La siguiente
Tabla muestra los años que corresponden a cada uno de los planetas tradicionales en estas tres modalidades.
Tabla del
nºde años mayores, medios
y menores, para cada planeta
Así, una vez que Ud. ha establecido que planeta será su Alchochoden, en el mapa natal, y ha decidido asignarle
los años Mayores, Medios o Menores, Ud. pasara a revisar los aspectos
natales que recibe su Alchochoden y modificara
los años de acuerdo a una regla básica según la cual, un buen aspecto (sextil o trígono) de un benéfico en buen estado implica agregar un numero de años igual a los años menores del benéfico aspectante, más un numero de meses igual al número de sus años Medios.
En forma similar,
un mal aspecto de un maléfico implica sustraer un número de años igual a los años menores del maléfico aspectante. A veces se ha complicado esta regla agregando y sustrayendo no solo meses sino también, días.
Habiendo hecho lo anterior,
Ud. ha llegado a la medida del periodo de vida de acuerdo a la fórmula del Alchochoden.
Ud. ha deducido
un intervalo de tiempo en años, meses y días, el cual se supone será el periodo asignado de vida para la persona en cuyo mapa natal Ud. trabaja.
Algunas tradiciones enseñan que, si se lo aplica apropiadamente, la fórmula del Alchochoden le permitirá conocer el número exacto de días que una persona vivirá. Otras tradiciones indican que, una vez que se ha calculado el numero de días estipulado por el Alchochoden, aun no se producirá la muerte hasta que una progresión secundaria anerética precipitada por un transito anerético, se haga partil.
Se dice que una progresión o un transito aneréticos, no pueden traer la muerte hasta tanto no haya transcurrido el periodo de tiempo del Alchochoden, e inversamente, que una vez que se han vivido la cantidad de días asignada por el Alchochoden, cualquier progresión o transito aneréticos
marcara el termino de la vida.
Por
supuesto conocemos por nuestra experiencia en el estudio de las progresiones y tránsitos
en el momento de la muerte en muchas cartas, que la regla es que todo se une: la progresión secundaria anerética converge con los tránsitos lentos aneréticos, con el Eclipse y Lunaciones
aneréticas, las Direcciones
aneréticas por Arco Solar, y el circuito anerético en la Revolución Solar
vigente y en las cartas de Retorno Lunar, así como en la carta Diaria. Es como si todos los planos convergieran en una cascada sincrónica para señalar el momento de la muerte en cada caso individual.
Pero la doctrina del alchochoden, en sus versiones
de base, parece indicar que es posible deducir,
directamente desde el mapa natal, el conocimiento del número exacto de días que una persona ha de vivir.
Una formula de este tipo es un medio para revelarnos
la estratificación
jerárquica objetiva de los planos de la determinación, discernible en el mapa natal. Es esta una razón más por la cual resulta valioso aprender lo que las antiguas tradiciones nos han legado sobre el tema.
A menudo se piensa que la razón por la cual los tránsitos unas
veces actúan mas dramáticamente que otras,
debe buscarse
en el sistema de Señores del Tiempo que los antiguos astrólogos
empleaban
y tenían en gran estima, como hoy lo hacen los astrólogos
védicos.
Como astrologo especializado en la predicción de la muerte, estoy convencido de que ha llegado el tiempo en que debemos comparar nuestras notas de investigación y ponernos
a trabajar para estructurar una forma objetiva
de aproximación a este campo fascinante
para la investigación. No ha sido sino recientemente que he comenzado a
investigar la aplicación de límites
en el algoritmo
del alchochoden en cartas claves de estudio, y en mi práctica
diaria con los clientes, quienes a
menudo brindan datos sobre familiares fallecidos para la rectificación. Pero sin duda cuando pensamos en términos de las categorías implícitas en el algoritmo del alchochoden,
y las relacionamos con la interpretación de la carta, se abren muchas y productivas líneas de investigación aptas para conducirnos a una comprensión verdadera de las interrelaciones entre los diferentes planos del mapa natal en tanto se correlacionan con la realidad manifiesta.
Una aproximación inicial a este rompecabezas de la fórmula del alchochoden, puede ser, considerar la hipótesis de que las categorías conceptuales de los antiguos astrólogos para pensar acerca de la carta,
resultaron
apropiadas y parcialmente exitosas como para producir un algoritmo que, adecuadamente aplicado,
permitía al practicante sabio decodificar una medida sintética cuantitativa del periodo de vida del nativo a partir de su carta natal.
Quizás al rompecabezas le falten algunas piezas, quizás las piezas
existentes hayan perdido su forma propia como para encajar adecuadamente con las vecinas, pero observar lo que tenemos sobre la mesa podría abrir muchos secretos a una mente educada.
Entretanto, aun hay mucho trabajo que realizar en cuanto a la restauración del corpus astrológico,
¿quién sabe?
Quizás algunas de las cabezas pensantes
que hoy trabajan en ello,
harán aparecer pronto las piezas perdidas del rompecabezas del alchochoden!
Si un paleontólogo puede reconstruir una gran bestia a partir de tan solo una pieza de hueso, ¿no podríamos
nosotros los astrólogos reunir la teoría del alchochoden en base a todas estas piezas que hoy disponemos?
Pronto tendremos algún software
para calcular el alchochoden de una carta de acuerdo a las distintas
tradiciones, y estaremos
listos para dejar que la realidad nos enseñe cual es el algoritmo
correcto para deducir
objetivamente el número exacto de días que una persona vivirá.
Creo
que la era de Acuario hará surgir pequeñas
maquinas en los centros comerciales, en las cuales Ud. podrá colocar una moneda y saldrá un ticket
con el número exacto de días que Ud. puede vivir. Conocer el destino anticipadamente es un prerrequisito para cambiar la manera en que las cosas ocurren. El conocimiento cabal puede no ser suficiente, pero por cierto es un ingrediente necesario cuando se trata de cambiar la trayectoria impuesta por el destino.
Las cosas pueden ocurrir de muchas maneras,
si, y el gran sistema, el universo,
podría estar configurado en muchas formas, pero el hecho es que en cada instante particular el universo se configura en solo una forma particular a partir de las posibilidades existentes, y las cosas ocurren en la forma que ocurren, entre todas las formas en que lo podrían hacer, porque el universo existe en la forma en que existe, entre todas las formas posibles.
Las efemérides me dicen como fue el sistema, como es y como será, y pareciera
que, más que por cualquier otra razón,
solo mi visión (insight)
y habilidad astrológicas representan el límite de las implicaciones verdaderas que puedo derivar a partir de los números que describen el estado del sistema.
Para una mente acostumbrada a pensar en términos de tránsitos
y progresiones astrológicas, algunos de los factores comprendidos en los algoritmos del Hyleg y el Alchochoden, son muy reveladores:
Ellos abren planos de comprensión elevada y sintetizadora del mapa natal y atraen al investigador a descifrar
el verdadero significado de la formula mediante la prueba de sus premisas a través de la observación de casos reales.
El principal problema para aplicar la técnica del alchochoden en los mapas, es que,
muy a menudo, se deben manejar muchas opciones porque el algoritmo no está suficientemente claro o existen instrucciones en conflicto cuando se acude a las distintas
fuentes que existen sobre el tema del alchochoden.
Bernardette Brady informa que ella considera
que la versión de Bonatti de la fórmula del Alchochoden funciona bien en buena cantidad de los 20 casos en los cuales ella la ha chequeado hasta ahora.
Yo he encontrado mapas en los cuales la fórmula del alchochoden funciona perfectamente, como es el caso de la carta de mi padre,
donde la fórmula del alchochoden indica un periodo de vida de 82 años, lo cual coincide exactamente con su edad al momento de morir. Yo había predicho la fecha en que mi padre podría morir, dentro de un mes, desde unos 10 años antes de que el falleciera en 1989, empleando solo tránsitos y progresiones a mi carta y a
la
suya. Pero ahora, si aplico la fórmula del alchochoden considerando los limites antes indicados, obtengo la cifra de 82 años como su periodo de vida....
y el falleció solo unos días antes de pasar los 82. He visto otros casos en los cuales la fórmula del alchochoden se aplica de una manera sencilla y parece funcionar.
Otras veces hay que dar vueltas y hacer pruebas porque no resulta muy claro cómo aplicar las reglas, como es el caso de los nuevos planetas,
cuyos años mayores, medios y menores no están contemplados en las tabulaciones tradicionales.
Es una buena pregunta considerar
como podríamos establecer los años/meses/días asociados con los planetas modernos.
Otras veces en cambio, cuando intentamos
aplicar el algoritmo del alchochoden para estudiar cartas de personas ya fallecidas, las cosas no se acomodan para correlacionar con los hechos, con lo cual el practicante se queda en la duda de si los datos natales serán precisos... o que.
Es muy importante
comprender, por supuesto, que mover la hora de nacimiento solo un par de minutos puede dar un resultado completamente diferente cuando se aplica la fórmula del alchochoden en una carta,
pues claramente
los arcos hylegiacos dependen del Ascendente.
Es por ello que en esto, como en todo otro caso,
es una regla de oro restringir
la investigación a mapas que han sido precisamente rectificados.
Desafortunadamente esto limita mucho la cantidad de cartas disponibles, pero temo que no hay otra forma de superar este obstáculo.
Justamente en el caso del Papa, Juan Pablo II, dispongo de 4 horas de nacimiento "oficiales", dadas por diversas fuentes. El año anterior tuvimos una ardiente guerra en las mailing lists de astrología, y no pudimos decidir cuál era el ascendente
rectificado de Bill Clinton.
De modo que nunca hemos de subestimar
este obstaculizante bloqueo inicial.
Por supuesto
que, en la consulta nunca leo una carta cuyo Ascendente no haya sido
previamente rectificado por mí mismo, pero en el caso de las celebridades, por ejemplo, a menudo es difícil obtener fechas confiables de eventos biográficos, para realizar una rectificación en profundidad o al menos decente, del Ascendente.
En un artículo
futuro sobre el tema del alchochoden intentare analizar la aplicación del algoritmo a la determinación del término de la vida en varios casos de estudio y ver qué conclusiones se extraen de ello.
METODOS DE PREDICCION DEL TERMINO DE LA VIDA EN BASE AL MAPA NATAL
Durante los últimos tres años he evaluado,
en muchas cartas de estudio, un indicador particular que llamo el "Punto de la Edad" en la carta natal, el cual permite realizar una forma de progresión.
El punto fue descubierto por el astrologo suizo Bruno Huber y su esposa Louise Huber, fundadores
de la famosa Escuela Huber.
Ellos afirman que, en el momento del nacimiento, comienza a moverse un punto que parte del Ascendente
y que recorre exactamente una casa sistema Koch cada 6 años, para luego volver a pasar por el Ascendente luego de recorrer las 12 casas Koch a una velocidad
que obviamente depende de la extensión de cada particular Casa Koch (lo cual va a depender
por supuesto de la latitud geográfica del lugar de nacimiento),
y que luego se reajusta cada vez que el "punto de la edad" cambia de Casa Koch cada 6 años.
En este método, que según creo fue llamado originalmente por Huber la Progresión de la Edad,
se dice que el mencionado
Punto de Progresión
de la Edad hace conjunción
con el anereta de la carta exactamente en el momento de la muerte.
A partir de mis limitadas observaciones, el método posee cierta validez. He visto por ejemplo que el Punto de Progresión de la Edad hace conjunción con el almuten de la 8ª casa en el momento de la muerte, o con Saturno,
Plutón u otro punto claramente
anerético... como en el caso de mi padre:
cuando el falleció a los 82 años, en 1989, su punto de Progresión de la Edad estaba en 8 grados de Escorpio, en oposición partil a su Marte natal en exilio en 8 grados de Tauro, y exactamente conjunto a su casa 8ª de la muerte.
Por supuesto que la Progresión de
La Edad es un método general y la predicción
de la muerte es solo una de sus muchas aplicaciones, pero bastante obvia como para testear el método Mucho más interesante desde el punto de vista de predecir el momento de la muerte en base al mapa, es un método que últimamente ha sido atribuido al astrologo Ross Harvey, pero que yo creo es considerablemente más antiguo de lo que se piensa. Esta técnica ha sido llamada la Revolución del Termino de la Vida (Life Span Revolution o LSR), y postula que, en el momento en que se nace, el Ascendente comienza a avanzar en el sentido directo de la rueda (inverso a las agujas del reloj).
Pero aquí lo más importante
es la velocidad de este Ascendente de la Revolución del Termino de la Vida (LSRA), que si bien es constante, es específica para cada mapa, de modo que puede completar una revolución y traer la muerte en un segundo después del nacimiento, o en 120 años o más.
En otras palabras,
cuando Ud. nace el LSRA comienza a progresar,
y cuando completa
una revolución y vuelve a
pasar sobre el Ascendente natal, ese es el momento de su muerte.
Muy claramente entonces,
la cuestión estriba en descubrir, mediante un escrutinio meticuloso de la cronología biográfica, donde se encuentra el LSRA en la carta, luego es una cuestión sencilla extrapolar y calcular cuando completara
una revolución, para hallar la fecha de la muerte de la persona.
Este método me impacta como muy lógico, desde el punto de vista astrológico, si nos ponemos a pensar en el concepto. Yo mismo había concebido esta idea, y luego razonaba
que, como la Cúspide de 7 está a medio camino entre el ciclo de revolución del LSRA y el Ascendente
natal, las estadísticas deberían mostrar una tendencia significativa en las personas a vivir el doble de la edad a la cual se habían casado.
Tales estadísticas resultarían sin duda una prueba critica de la validez del método.
Los antiguos astrólogos
creían que uno puede discernir con exactitud el punto medio de la vida mediante una simple revisión de los hechos vitales.
Si bien pueda parecer ridículo
a primera vista, he visto casos que me hacen pensar si no sería un atajo fácil investigar estadísticamente en esa dirección.
Por supuesto,
siempre es posible que la fecha de boda coincida no con la conjunción del LSRA con la cúspide de 7ª, sino con el almuten de la casa 7ª, y quizás haya otro casamiento
significativo, no el propio, que coincida sincrónicamente con el pasaje del LSRA por el Descendente, etc.
Pero aun así, estamos hablando
de algo que podría y debería ser estudiado estadísticamente. Ya que en el orden de las casas, luego de la cúspide de 7ª viene la cúspide de la casa 8ª de la muerte, podría también estimarse la velocidad de movimiento del LSRA midiendo el intervalo de tiempo entre la ceremonia de boda y el siguiente
episodio de duelo en la propia vida, por ej. El fallecimiento de padre o madre (asumiendo que no haya enjaretas en la casa 7ª).
Así, con un ejemplo simplificado, si alguien se casa y 6 años más tarde fallece su madre, tendría yo una convicción
mas fuerte para concluir que en verdad cuando la persona se caso su LSRA hizo conjunción con su casa 7 del matrimonio, y ya que su madre falleció 6 años más tarde, ese es el tiempo que el LSRA requirió para moverse desde la cúspide de 7ª
a la cúspide de 8ª, de este modo inmediatamente puedo calcular el termino de la vida. El único problema aquí seria el sistema de casas, pero esto puede pensarse en base a la observación de datos biográficos de personas ya fallecidas.
Así, si la persona se caso a los 36 y su madre falleció a los 42,
posiblemente su muerte ocurra a los 72 años.
Probar la validez de la hipótesis
de esta Revolución
del Término de la Vida es un intento valioso para encarar, ya que permitiría un real avance en nuestra habilidad para comprender la carta natal, ¿no es así?
El problema en esto reside en la dificultad para obtener buenos listados cronológicos de datos biográficos a fin de investigar
este método en detalle. He mantenido mis ojos abiertos para probar esta hipótesis... también yo
Creo que esta es una época excitante
ya que las computadoras astrológicas orientadas al campo
predictivo están haciendo las cosas mucho mas fáciles y la red de astrólogos
está a punto de cruzar pronto un umbral crítico con Urano y Neptuno en Acuario y más adelante,
ambos en mutua recepción
cuando Urano ingresa en Piscis.
Al mismo tiempo, los matemáticos están comenzando a generar poderosas ecuaciones
para predecir distintos campos de la realidad con total independencia de la causalidad física.
Me parece que este campo de la predicción
de la muerte en base al mapa está llamado a constituir
un núcleo importante al cual pueden converger varias líneas de conocimiento. Por una parte existen esfuerzos definidos y canalizados, a través de líneas como el Proyecto Hindsight, y Arhat dentro de la lengua inglesa,
así como Gracentro y otros en la lengua española, que intentan traducir
a la lengua actual el corpus de conocimiento astrológico de la tradición antigua. Pronto estaremos probando varios sistemas de Señores del Tiempo tal como los practicaban los antiguos astrólogos y esto nos podrá decir como tonalizar,
modular y calificar
el impacto de los tránsitos,
las progresiones y las direcciones. Mejores softwares nos permitirán
manejar las complejidades provenientes del estudio de los sistemas antiguos de predicción astrológica.
Pero, por otra parte, viniendo no del pasado sino del futuro, tendremos verdaderos avances en las matemáticas de predicción del futuro. Recientes desarrollos tales como la ecuación fractal de Elliot para predecir las fluctuaciones de cualquier curva económica o comercial
en el tiempo,
o la ecuación fractal Onda de Tiempo
Cero de Terence McKenna para predecir el monto de novedades
para cualquier fecha dada, desde el Big Bang hasta el Eschaton,
son solo la primera generación
de las ecuaciones predictivas.
Independientemente de cuan eficazmente estos 2 particulares sistemas puedan realmente
funcionar en su aplicación,
la cuestión es que el futuro inmediato
nos traerá mas pruebas doble ciego en esta dirección y eventualmente la predicción matemática del futuro asimilara lo que hoy día conocemos como astrología.
Se ha dicho que actualmente, la astrología es como la Física antes de Newton. Como todos sabemos, Claudio Ptolomeo (siglo II) compilo tanto la Astronomía como la Física de su tiempo (en su Almagesto) y la Astrología
(en su Tetrabiblos).
Tuvieron que pasar 15 siglos para que un genio de las matemáticas, Isaac Newton, apareciera en el escenario e hiciera posible la llegada de la era de la física, incluso de la ciencia en totalidad,
gracias al cálculo infinitesimal aplicado a la dinámica. El nuevo cálculo diferencial vino a significar
un verdadero
salto epistemológico, al aportar la precisión
total donde podía ser aplicado.
De inmediato hizo posible el cálculo preciso de las efemérides. Una mecánica celeste objetiva
significo que ahora la ciencia disponía de bases verdaderas para avanzar en el conocimiento del cielo. El templo de la ciencia por primera vez mostraba algunas verdades, por lo cual pudimos ingresar a él y
practicar
el culto. El mismo calculo se aplico a la predicción
del comportamiento de las balas del cañón, y de sistemas materiales
o energéticos de todo tipo. Así esta nueva herramienta matemática que hizo posible la ciencia, genero todas las aplicaciones técnicas y de ingeniería
que han dado forma a nuestro mundo tal como es hoy día.
Ya que la nueva matemática
hizo posible manejar el movimiento, y el movimiento
estaba en todas partes:
El calor era movimiento de los átomos y así se pudo manejar la termodinámica.
Pero
la astrología aun espera que
llegue su Newton y brinde
el método matemático
adecuado para manejar las relaciones que hacen posible una predicción acertada de los hechos por venir.
Tal como antes del nacimiento
de un gran avatar religioso, aparecen muchos profetas menores como heraldos de su llegada,
así muchas mentalidades geniales menores vienen a fertilizar
este campo que hará posible un gigantesco descubrimiento, como el de Newton, para poder dar forma al nuevo paradigma:
El
estudio matemático de las relaciones en general, como correspondencias entre juegos.
La Astrología estudia las
relaciones existentes entre las características
de lo que ocurre en el mundo por una parte, y las pautas de las variables de movimiento del cielo, por la otra. Necesitamos una matemática adecuada para codificar y manejar estas relaciones
en forma simbólica y algebraica
a fin de poder extraer sus implicaciones.
El hecho de que, excepto para los casos más obvios de influencia mediatizada físicamente, es decir el SOL y la LUNA, en el caso de la mayoría de los cuerpos astronómicos su correlación astrológica con la forma en que experimentamos la realidad aquí en el mundo, es sincronistica y acausal, es decir no mediatizada por lo físico,
pero esto no significa
de ningún modo que estas relaciones no puedan ser estudiadas matemáticamente con la mayor precisión, más bien todo lo contrario. Solo
tenemos que matematizar nuestro sistema, si queremos ir más allá. Los axiomas astrológicos permiten al astrologo predictivo mantenerse firme en su convicción de que todo puede ser predicho cuantitativamente en el futuro con una precisión próxima a infinito,
en función de la habilidad matemática del practicante:
no solo el tiempo de vida de una persona, a través de un algoritmo como el Alchochoden, pero aun el próximo ganador en una determinada lotería.
La ciencia no comprende
a la astrología
porque no comprende
lo casual, ni la verdadera jerarquía
del aparente azar, excepto mediante la teoría de la probabilidad y la estadística. La ciencia está colocando
al Caos por encima del Cosmos, pero de esto el astrologo conoce más y mejor. Aun en el nivel cuántico, donde las estadísticas tienen sentido,
tanto Pitágoras
como Leibniz habrán probado su certeza cuando las mentes puedan encontrar la vía de la predicción cuantitativa del futuro a través del funcionamiento fractal de las matrices monádicas naturales.
Esta capacidad
de nivel uraniano para superar el impredecible quantum
neptuniano, mostrara a los científicos la próxima gran lección. Lo azaroso no debe ser abordado a través de la probabilidad y la estadística, sino mediante el algebra y el cálculo. Ya que
resulta claro que el paradigma
vigente según el cual,
el numero ganador en un sorteo particular
no depende del ganador del sorteo previo en la misma lotería, es un error.
Solo
hay que tomar una calculadora científica avanzada, alimentarla con series de ganadores de sorteos consecutivos de una lotería dada, y luego de modular la secuencia
en 360 grados de modulación, verificar la secuencia de las primeras diferencias entre ganadores contiguos. Pronto comenzara Ud. a descubrir
las constantes y las reglas del juego. ¿Qué pasos algebraicos y mediante
qué constantes se puede llegar en forma consistente desde el ganador previo al siguiente?
Esto no tiene ningún sentido para la ciencia,
pues la ciencia aun no comprende que las loterías no son procesos estocásticos.
No quiero decir que ya he descubierto una fórmula eficaz, que me permita extrapolar el registro histórico de ganadores de una lotería en los ganadores de los sorteos futuros,
pero ya he visto suficiente
como para estar firmemente
convencido de que existe más de una formula matemática (y no hablo de estadísticas ni de probabilidades, que asumen que Ud. no conoce las reglas del juego) para desarrollar estas series en el futuro y así deducir los ganadores
de todos los sorteos futuros de dicha lotería.
Inclusive, a través de los años de aplicación y dedicación, he podido descubrir algunas leyes básicas que gobiernan las maravillosas simetrías y modelos de orden discernibles en cualquier secuencia modulada de ganadores de sorteos consecutivos de una lotería dada.
He quedado cautivado
por este maravilloso mundo de relaciones y ya no puedo abandonar
esta investigación nunca más.
Debatiré
algunos de mis hallazgos en otros artículos. Cuando vine a descubrir
que existía un orden en el supuesto caos de los ganadores de lotería cronológicos, fue algo similar al instante en que el estudiante de astrología descubre en su propia experiencia de la realidad, la verdad de los tránsitos y las progresiones, y súbitamente se pregunta cómo pueden los científicos descartar la existencia de toda correlación entre los significados asignados a los planetas y sus aspectos, con lo que Ud. experimenta cuando sufre una cuadratura de Marte,
o un trígono de Júpiter.
La realidad le golpea en el rostro y Ud. se pregunta "¿Estan ciegos o qué?" Comprende Ud. Entonces que ellos jamás han echado un vistazo a unas efemérides y que rechazan
lo que nunca han estudiado, solo porque choca con el paradigma
vigente en el cual falta el axioma básico en el cual se sostiene la astrología, el axioma de la sincronicidad cósmica.
De la misma forma, cuando Ud. Procede al análisis matemático de las secuencias moduladas de sorteos sucesivos de una lotería dada, súbitamente percibe Ud. el orden y las consistentes pautas de congruencia, particularmente en algunas transformaciones de estas secuencias, de modo que Ud. pasa a estar convencido
de que no existe el azar, al menos en estas secuencias. En este punto el paradigma vigente tiembla. Ud. creía que no había reglas, ahora Ud. sabe que
existen, únicamente que Ud. debe descubrirlas.
La Astrología carece aún de las herramientas matemáticas apropiadas para codificar la realidad y permitir
la predicción precisa.
Nosotros, como astrólogos
orientados a lo predictivo, conscientes del problema que supone el manejo matemático de relaciones relevantes, únicamente podemos fertilizar el terreno y así hacer posible la llegada del Newton de la astrología.
Ciencia significa conocimiento verdadero, tanto cualitativo como cuantitativo,... la astrología puede ser conocimiento verdadero, solo necesitamos las matemáticas adecuadas para hacerlo real. Mi Urano busca conocimiento numérico verdadero... mientras mi Neptuno cree que el sabio está llegando. Quizás esta vez el avatar sea una maquina.
No olvidemos que el software astrológico es un bebe recién nacido, y creo que este bebe nos va a sorprender cuando comience a hablar del futuro con palabras verdaderas.
El campo de la predicción astrológica del futuro mediante maquinas tiene por delante un luminoso futuro, si en primer lugar nos ayuda a desactivar
el Eschaton. Estas maquinillas de venta
en
los centros comerciales, en las cuales Ud. colocaría una moneda y le devolverían un ticket con el número exacto de días que Ud. ha de vivir,
pueden estar muy cerca ya. Algunas podrían trabajar con el algoritmo del Alchochoden, otras con el algoritmo de la Revolución del Periodo de la Vida.... Algunas podrían organizarse solo con progresiones y tránsitos.
Los astrólogos védicos ya están atrasados
para probar sus algoritmos mediante maquinas.
Incluso algunos algoritmos
avanzados podrían ser mucho más sencillos que estos, y aun más precisos,
solo tenemos que
descubrirlos. Quizás partes de estos algoritmos
mejorados fueron conocidos por los antiguos, que los tenían en alta estima pero no poseían computadoras para hacer un uso apropiado de ellos.
Es una regla que los hechos importantes son mas fáciles de predecir a partir del mapa, que los eventos poco importantes. Es por ello que podemos ser tan precisos para pronosticar por ejemplo una boda.
La muerte es un evento muy importante, y el mapa indica su naturaleza
y su temporalizacion con grandes signos centelleantes que durante bastante tiempo se le hacen obvios
a Ud. desde el mapa, aun cuando Ud. no esté preparado para hallarlos, como todo astrologo sabe.
Pero como se trata de un juicio tan delicado para enunciar,
es importante
aquí ser sabio, en el momento de poner en palabras este saber.
Las consideraciones éticas son muy importantes, pero para nosotros que tratamos de abrirnos paso en un conocimiento nuevo, son tan validas como podrían haber sido, para Henry Ford, las futuras estadísticas de muertes por accidente de auto.
El
solo tenía que generar la producción de ese artefacto nacido para matar más gente que todas las guerras juntas, al menos hasta ahora. Confiamos en los aeroplanos, confiamos en los trasplantes de corazón... solo tenemos que aprender a confiar en el Alchochoden.
Copyright 1997 por el Dr. Gonzalo Peña Tamez
(Traducción y publicación autorizada por el autor para revista Beibenia).