Muchas gracias, Norma por tus amables comentarios.....
Resultan un estímulo para continuar en nuestro empeño de intentar devolver a la Astrología al menos parte de la dignidad que antaño tuviere, y que le fuera arrebatada tan injustamente, un trabajo árduo y duro, debido a la ligereza con que se la juzga desde la irrupción del Racionalismo.
Si de verdad los racionalistas fuesen razonablemente "racionales" terminarían por reconocer que son demasiadas las "casualidades" que acompañan a la Ciencia de Urania.
Sólo esperamos que alguien preparado y versado en las ciencias actuales descubra el hilo conductor, el "Hilo de Ariadna" que une el nivel celeste al nivel terrestre. Hace falta una nueva generación de científicos con la mente más abierta para derribar el paradigma científico presente, que hace de la "Ciencia una nueva Religión" con sus correspondientes anatemas entre los que enumeramos a la Astrología, y ello a pesar de la práctica en esta disciplina de algunas de las mentes más brillantes del propio e histórico panteón científico.
Sabemos que cada vez hay más indicios de que el mundo y el universo se comportan como un "Todo" enfrentado a la idea de los que promulgan, a nuestro juicio erroneamente, que la Realidad se compone de pequeñas y múltiples "realidades" observables y analizables como independientes unas de otras.
Los Gnosticos de Princeton iniciaron el camino de vuelta hace ya más de cuarenta años. Poco a poco sus ideas que no diferen en muchos casos sustancialmente de las que defiende la Tradición Hermética, han ido ganando partidarios de esta "nueva visión" cosmológica en un redescubrimiento del Antiguo Saber adaptado al pensamiento científico y al mundo del siglo XXI.
En el apócrifo de Juan leemos de boca de Jesús:
“Soy el recuerdo del Pleroma. Se ha producido una especie de amnesia cósmica. La gente no sabe de donde procede”.
Los seguidores de Einstein y la Gnosis de Princeton.
El gnosticismo también se viste con el lenguaje científico. Es el caso de los seguidores de Einstein y la Gnosis de Princeton.
ALBERT EINSTEIN
Einstein integró de forma brillante un nuevo paradigma que incluía la ciencia y la espiritualidad. Un paradigma que contemplaba un orden implícito en todo (definido más tarde por David Bohm). La Teoría de la Relatividad y la Física cuántica rompieron muchos clichés y empezaron a aparecer seguidores del campo de la física, la química, astronomía, matemática, biología que se preocupaban en retomar la búsqueda de Dios con rigor científico, siguiendo los pasos de Newton y Einstein. Se autodenominaron “los Gnósticos de Princeton”, movimiento que desde los años sesenta se establece en las universidades de los Estados Unidos de Princeton y Pasadena.
Raymond Ruyer, autor del libro la Gnosis de Princeton nos describe a esta oleada como una nueva clase de científicos que aúnan ciencia y espiritualidad de una forma natural.
La nueva gnosis aporta una visión del mundo que debe ser iluminante, una iniciación al misterio y al sentido revelado de la existencia. La gnosis de Princeton pretende realizar una lectura eminentemente científica del universo, es decir, es un trabajo de filosofía científica pero con un claro transfondo espiritual. Con una terminología “científica” se adaptan conocimientos esotéricos o de antiguas tradiciones espirituales y se integran en el paradigma científico. Se demuestran cosas que durante muchos años sólo se habían supuesto.
Como por ejemplo “sobre como el observador influye sobre lo observado“. Para estos científicos, el observador, y concretamente, los pensamientos y las emociones de este observador, influyen sobre el mundo y la realidad que vive.
Este paradigma postula también que la naturaleza o esencia última de la realidad es un flujo infinito de energía que se despliega para formar el espacio, el tiempo y la materia. Todo se compenetra e influye mutuamente hasta tal punto que el “Todo” se reproduce en cada una de las partes, es decir, que todo está en todo. Los elementos básicos del gnosticismo: la dualidad, el Dios interior, el desarrollo del vestido de luz son redefinidos y integrados con base científica.
Esta “nueva ciencia con conciencia” es definida como la “conciencia de la unidad e integridad universal, o la ciencia holística”, donde todo es percibido como formando una unidad e integridad con lo anímico espiritual y donde todo se interrelaciona. Ésta es la “Conciencia Integral” es decir, la que “integra” los estados de conciencia anteriores (físico, emocional y mental) en un “estado supra-racional o espiritual” donde se percibe la integridad del cosmos por encima del espacio y el tiempo.
Nosotros, desde la humilde posición que representan las aportaciones que venimos vertiendo, mediante los escritos de nuestro Blog y del foro de Zodiac, sólo podemos intentar añadir "una pequeña Luz a la suya".
Aun dándose la paradoja de que presentimos que los que un día, hace ya más de trescientos años, erraron en su desprecio por las "Artes Tradicionales", finalmente y generación tras generación, terminarán por último cerrando el círculo y otorgando el testigo a sus herederos, científicos actuales y futuros, quienes concluirán, tras un análisis más "abierto", convirtiéndose en firmes defensores de estos conocimientos de procedencia remota, que rescatarán para beneficio de las sociedades del futuro. Eso al menos deseamos..............
Un beso muy fuerte y gracias por ser tan animosa, en un mundo donde tanto escasea la amabilidad.